El colegio príncipe Carlos no hacía nada bien, no tenía buenos profesores, baños que funcionaran, buenos planes educativos, lo único que funcionaba eran sus estudiantes, si no lo hacían al salir del colegio morirían de hambre o de un balazo. Estaba...
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—¿Y cómo está?— El Juan le estaba preguntando a la vale como seguía la Flavia.
Ella le había contado lo que había pasado con su amiga, bueno no todo pero le contó lo de la guagua, su papá la escuchó hablando por teléfono y le preguntó que pasaba ya que la había escuchado preocupada.
—Me dijo que bien— el Juan la miro y no estaba seguro de eso.
El quería mucho a la Flavia, la quería como si fuera su hija, la conoció cuando usaba cachitos, pero ahora la Flavia había estado embarazada y el quería apoyarla.
—¿Y si la vamos a ver?— la Vale miró a su papá y asintió lentamente.
—¿Ahora?— su papá se puso de pie y tomó la chaqueta de la Vale y la suya para pasársela.
habían llegado hace unos minutos a la casa de la Flavia, y su papá ya había conversado con ella. Cuando la Flavia lo vio y habló con el no pudo evitar soltar algunas lágrimas.
Lo quería mucho y estaba feliz de que algúna figura paterna se preocupara por ella.
Ahora que el papá de la Vale había bajado y estaba conversando con la mamá de la Flavia abajo, quedaron las dos solas arriba.
—¿Vai a quedarte al preu?— la Vale asintió a lo que preguntó la Flavia.
—Si po, pa apoyar al profe— la Flavia y la Vale tenían una buena relación con el profe Charlie, bueno casi todo el curso lo hacía.
—¿Tu papá se va mañana?— La Vale asintió y la Flavia se sintió un poco triste por ambas.
—Amiga tranquila— la Vale se acosto a un lado de la Flavia y está apoyo su cabeza en su hombro —Por lo menos vei a tu papá, yo al mío no lo veo hace más de diez años— la Vale sintió pena por su amiga y rabia por ese hombre que la abandono.
—Igual tienes a mi papá— cuando la Flavia asintió la Vale volvió a hablar —Y al profe Charlie— las dos se rieron.
Se abrió la puerta luego de unos golpes y ambos padres entraron al cuarto.
—Ya Vale vamos— la Vale se separó de la Flavia y se paró de la cama.
cuando llego al lado de la mamá de la Flavia se despidió de un beso y está le dio un abrazo.
—Gracias por venir— la Vale le sonrió y sintió como su papá la abrazaba por los hombros y luego hablaba.
—No si no es molestia— su papá la miro y volvió a hablar —Ya vamos po, Chao Fla— la Flavia se despidió con la mano y una sonrisa.
—Chao tía—
La Vale y su papá bajaron las escaleras y salieron de la casa.
Tenían que llegar temprano a la casa, su papá tenía que levantarse a las cuatro para poder irse al trabajo y la Vale tenía que ir al colegio.
