—¿Tu padre como está?
—Hace mucho que no lo veo, señor— Ezio le dio un sorbo de vino para después hablar con la postura más respetuosa que podía aparentar— Su estado no era el mejor cuando me fui, pero sin duda se iba recuperando un poco. Quisiera poder enviar una carta para saber su estado.
Ezio no había dado ningún detalle respecto a su padre ni la razón por la cual se había ido a vivir con ellos. Claramente lo habían aceptado porque era un familiar. Le había mencionado un par de veces que había sido debido a una enfermedad, pero nunca profundizaba en aquel tema.
Eros no lo sabía, se esforzó por no alzar las cejas ante la sorpresa. Él estaba en silencio a un lado del lord.
—Sí gustas, hazlo. Le pediré a uno de mis mejores hombres que lleve directamente el mensaje.
—Lo agradezco mucho, si gusta le enviaré saludos de su parte.
—Eso sería muy bueno— respondió el lord, satisfecho.
Eros quiso reírse. Ezio era toda una persona distinta. Tanto que se sorprendió que aquella misma persona que le contaba chistes a su padre era el mismo que lo había amenazado de muerte días atrás.
—También deberías mandarle saludos de parte de mi hijo.— palmeó la espalda de Eros un par de veces con una sonrisa en su rostro, se le veía de muy buen humor.
Ezio lo volteó a ver. Parecía decir un millar de cosas con la mirada, pero en lugar de decir uno de sus comentarios desafiantes y crueles dijo:
—Por supuesto, ya pensaba en hacerlo.
~ • ~
—¿Qué ocurre?
—¿Qué? Oh, nada, nada. Perdón, me distraje un segundo.
—Te notó.. Distante.
Thea y Cleo estaban juntas, Cleo trabajaba lavando la ropa mientras la otra chica la escuchaba. No habían tenido mucho tiempo juntas en los últimos días, no se habían visto porque ambas estaban bastante ocupadas en sus propios asuntos.
—Perdón, es solo que creo que estoy pensando en el acuerdo con el vendedor— admitió, se pasó el brazo por la frente para poder limpiar las gotas de sudor.
Thea apretó los labios. Sabía respecto a eso, la señora Loughty le había contado porque su madre le había informado. Supo que no iba a estar nada contenta con ello. Antes no sentía ninguna cosa respecto a un matrimonio arreglado, incluso Thea había llegado a admirar su indiferencia hacia aquello, pero eso ya no era más así. Sabía que eso era gracias al hijo del lord, porque Cleo ya lo amaba.
—¿Eros sabe de eso?
Cleo negó.
—No quiero preocuparle, ya tiene muchos problemas muy serios— Thea frunció un poco el ceño, confundida por lo que le había dicho, ¿qué problema había mas serio que ese?— Su primo quiere quitarle.. su lugar como lord.
Thea abrió discretamente los ojos. Sorprendida. Sabía perfectamente a lo que se refería.
—Además, Ezio me dijo muchas amenazas... He estado pensando mucho— bajó el volumen poco a poco de su voz, se iba debilitando conforme pronunciaba las sílabas— Estos días no he hecho más que pensar.
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Eros | Timotheé Chalamet
Romance¿Por qué Eros, el hijo del lord, parecía de pronto querer romper aquella barrera que existía entre ambos?