Último

880 64 37
                                    

No podía creerlo, sus manos estaban sudando. Estaban terminando de arreglarla. Incluso había pedido que le preguntaran al médico si era normal tal reacción a lo que el le aseguró que se encontraba bien.

—Te ves muy hermosa, estoy segura que deslumbraras a todos— Thea chilló— ¿No lo crees, Elodie?

—¡Sí! Te ves como una princesa.

Su hermana menor se abrazó con cuidado a Cleo, abrazando sus piernas y procurando no dañar su vestido. Estaba a punto de llorar, quería hacerlo porque era uno de los momentos más emotivos de toda su vida. Se inclinó para poder abrazarla mejor.

—Tú también te ves como una princesa— aseguró, Elodie se rio alegre.

—¿Quieres que ajusten más tu vestido? ¿Te gusta el peinado? Tienes que estar muy segura de todo.

—Me gusta, creo que así esta bien.

Casi no podía reconocerse, debía admitir que nunca se había visto tan bella a traves de ese espejo. Su cabello estaba recogido y tenía un par de mechones sueltos, Leah había insistido en que se vería linda una pequeña tiara con flores, cosa que le entregó una vez que terminaron de arreglarle el cabello.

—Perfecto, ¿Quieres un poco de agua?

Cleo asintió. Su garganta se sentía un tanto seca. Tal vez era por la idea de que cientos de personas iban a estar presentes. Eros intentó convencer de que fuese algo más privado, el lord dijo que no podía ser así porque era un evento demasiado importante. Solamente quería no estropear todo.

Una vez que tomó un pequeño sorbo, inhaló aire para calmarse un poco. Entonces tocaron la puerta antes de abrirla, cuando volteó, Leah estaba entrando.

—¡Mi hijo va a desmayarse en cuanto te vea!— exclamó viéndola con mucha admiración, Cleo se había comenzado a sonrojar. Se acercó lo suficiente y tomó ambas manos de la chica— Te ves muy hermosa, eres la novia más hermosa que he visto.

—Muchas gracias— dijo realmente conmovida, porque notaba el cariño con el que Leah le hablaba aunque no la conociera de mucho tiempo.

—Es la verdad.. Tenemos que irnos, la carreta esta lista, nos va a llevar a la Catedral.

Cleo asintió, sentía que no podía estar quieta. Aún así, era todo el ambiente demasiado grato. Eros iba a ir con el lord ya que no podían verse hasta el momento en que estuviesen frente al altar.

—¿Estás lista?— Thea le preguntó, con una sonrisa sincera.

Cleo asintió. Sí, más que lista.

~ • ~

Allí estaban todos, podía verlos. La carreta finalmente había llegado al lugar. Elodie y Thea la acompañaban en la carreta junto con Leah, no había querido dejarla sola ya porque sabía respecto a la relación con su madre. Había bastantes personas, Cleo nunca se imaginó que pudiesen estar tanta gente reunida por algo en lo que estaba involucrada.

Uno de los soldados le extendió la mano para ayudarla a bajar. Cleo la sostuvo porque quizás podía caerse, tal vez todos lo verían. Había una gran cantidad fuera de la catedral, por lo que si ocurría algo así, lo notarían.

La ceremonia estaba a punto de comenzar, iba a hacerlo en el momento que ella caminara ese largo pasillo hacia el altar. Tenía el velo puesto, podía ver a la perfección toda la escena, quería guardar cada parte del día, no quería que ningún detalle se escapara de sus manos.

—Cleo...

La voz era más que conocida. Era su madre. Se acercaba a ella con la mirada más sincera y agradable con que alguna vez la había visto. También parecía dudar si acercarse a su hija después de su último encuentro.

Eros | Timotheé ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora