¿Apoco soy el único idiota que nuca se había enamorado de un patan?
Esta es mi historia de la vez que me enamore un patan llamado Ryan.
Todo era tan normal en mi vida hasta que conocí a este patan que me arruinó mi vida por completo, trabajamos ju...
Ryan cerró los ojos y sus puños apretó pues lo que Santiago había dicho hizo que le hirviera la sangre. — ¿Que fue lo que dijiste imbecil? — le dijo mientras lo miraba. — Que se me hace que no podrías enamorar a tu compañerito, tan difícil es poder hacer que caiga en tu redes y termine en tu cama? Así como le has hecho con los demás? — le dijo retándolo Ryan camino hacia donde estaba Santiago y se puso frente a él y lo miró directamente a los ojos. — El no es como los demás, no le haré daño porque no se merece todo esto. — dijo Ryan enojando.
Ryan se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida del centro comercial. — ¡Vamos Ryan, solo un palo de amigos pues! — dijo Santiago. Ryan le sacó el dedo y siguió caminando hasta llegar a la salida donde estaba su moto. Santiago se quedó parado en medio del pasillo del centro comercial. — Vaya creó llegó Tu talón de Aquiles mi querido Señor Vega. — dijo mientras sonría.
Lu llegó hasta su casa y estacionó su camioneta, tomó todas las bolsas y bajo, cerró la puerta con la cadera y camino hasta la entrada de la casa. Abrió la puerta y dejó las llaves en la mesa del recibidor. — ¿Hay alguien aquí? — preguntó Nadie respondía, comenzó a caminar hacia su cuarto para acomodar todo lo que había comprado, subió las escaleras para llegar a su habitación, abrió la puerta y levantó la mirada, Lu se quedó frío al ver alguien sentado en su silla mirando hacia el patio. — Qué haces aquí. — preguntó Aquel chico volteó y lo miró. Se levantó de la silla y camino hacia el. — Vaya hasta que llegas. — dijo — Andaba comprando unas cosas que ocupaba. — — Porque no me avisaste para ir contigo. — dijo aquel chico — Estaba algo ocupado Mateo. — dijo Lu
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Mateo es mi mejor amigo desde que estábamos en el Kinder, mi mamá y su mamá son amigas desde que estudiaban juntas en la facultad de enfermería. Desde ahí hemos estudiado casi siempre juntos en excepción de la facultad yo estudio administración y el está estudiando odontología. — Narra Lu.
— ¿Que tanto compraste? — preguntó Mateo Lu le enseñó toda la rompa que había comprado. — Wow, es mucha ropa, en tu closet ya no cabe. — dijo Mateo. — Claro que si, solo que debemos acomodarla. — Después de un rato, Lu y Mateo bajaron a la cocina por algo de palomitas pues verían unas películas, Lu comenzó a preparar las palomitas en lo que Mateo iba a la tienda por algo de refrescos. Lu camino y miró en el refrigerador un pequeño posti para el, lo tomó y miró lo que decía.
Hijo tuve que regresar al hospital a trabajar te deje en el microondas unas hamburguesas para ti y para Mateo que te vino a buscar y le dije que andabas de compras, coman y los veo para la cena.
Mamá.
Lu camino y sacó las hamburguesas y las colocó en un plato, Mateo llegó y miró las hamburguesas y miró a Lu. — En que momento las hiciste? — preguntó. Lu sonrió y subieron al cuarto para ver las películas. Los 2 comenzaron a ver el maratón de películas, Se reían como nuca, después de unas horas Mateo se quedó dormido, Lu notó que estaba dormido, lo miró y recargó su cabeza en su abdomen, pues el sueño le estaba ganando, los dos se quedaron dormidos, Mateo sintió que Lu se había recargado en el, lo abrazó y se quedaron dormidos.
Ryan llegó hasta su casa y bajo, entró a la casa y su madre lo escuchó llegar. — Ryan. — dijo detrás de él. Giró y miró a su madre tras de él. — Mande madre. — preguntó — Ya comiste? — preguntó si madre amable — No, pero no tengo hambre como más de rato. — respondió mientras corría hacia su habitación.
Ryan entró y cerró la puerta, seguía enojado por las provocaciones que Santiago le había dicho. Llegó y golpeó la pared. Pues necesitaba descargar todos su coraje. — Maldito imbecil. — dijo
Ryan se miró al espejo y cerró los ojos. — Pero que carajos me pasa, porque siento que no le quiero hacer daño, a caso no puedo enamorarlo y hacerlo mío como lo he hecho con los demás? Soy un patan de lo peor pero porque siento que con él no debo ser así, que mierdas me pasa. — se preguntaba una y otra vez.
La madre de Lu llegó a la casa y subió a la recámara de su hijo pues al no escuchar ruido subió para ver qué Lu estuviera en su recámara. Lois abrió la puerta y sonrió, vio a Mateo y a Lu dormidos. Cerró la puerta y camino hasta su recámara para tomar un baño y descansar.
Mateo abrió los ojos cuando escuchó el ruido de la puerta cerrar, miró a Lu y comenzó a acariciar su cabello.
— No sabes como amo tanto estar así contigo, pues siento que cada vez más grande nuestra conexión, no sabes cuanto te quiero y las ganas de que seas mío, te amo en secreto pero tengo miedo a que no me correspondas como yo quisiera, por eso día a día intento enamórate y sé que lo voy a lograr. — narró Mateo mientras contemplaba el sueño de Lu.
Mateo se acercó a Lu y sus miradas se juntaron, deseaba con muchas ganas besarlo pero tenía miedo a que se fuera a despertar. Mateo se acercó lentamente a sus labios, tomó un poco de aire y se detuvo, lo miró y le dio un beso en la frente.
— Me tengo que ir. — dijo mientras se ponía de pie Tomó los platos sucios y tiró la basura en el bote, camino hasta la puerta y giró para verlo. Sonrió y salió del cuarto.
Comenzó a bajar y miró a Lois en la cocina, ella lo miró. — Mateo, cómo estás hijo. — preguntó — Hola señora Lois, bien todo bien, aquí dejo los platos donde comimos. — respondió — Si comieron bien? — Preguntó — Si, vimos unas películas pero Lu se quedó dormido. — dijo — Oww. — se acercó a él. — Gracias por venir, esperamos verte más seguido. — dijo Lois — Así será, me tengo que ir por tengo que pasar por mi mamá de echo. — respondió — Esta bien hijo, me saludas a Paty. — contestó — Si, yo le doy sus saludos, con permiso. — dijo Mateo mientras salía de la cocina.
Salió de la casa de Lu y subió a su auto, colocó su cintó y lo encendió . Se marchó, al fondo de la calle estaba Ryan con su moto. quito sus gafas y miró el carro de Mateo.
