La Apuesta. - 10

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Sofía miró a Ryan fuera de la casa, lo miró solo como que esperaba a alguien.
— ¿Estas esperando a Lu? — preguntó
Ryan giró para ver a Sofía. — Si, aún lo estoy esperando. — respondió
— Cuando lleguen, nos buscan para estar todos juntos, vale? — dijo Sofía
— Si, allá los vemos adentro. — respondió Ryan

Sofía entró junto con los demás chicos, Ryan se quedó afuera esperando a que Lu llegara para poder entrar con el. A lo lejos miró que la camioneta de Lu se acercaba, pasó justo a un lado de él y pitó. La camioneta se detuvo y bajo la ventanilla. — Hey ya llegue. — dijo feliz. — me voy a estacionar espérame aquí porfa. — dijo mientras su camioneta avanzaba.

Ryan no podía creer lo hermoso que se miraba Lu, pues sabía cómo vestirse tan bien usando lo más sencillo. Lu encontró un lugar para estacionar su camioneta, subió los vidrios y bajo, cerró la puerta y camino hasta donde estaba Ryan.

— Hola. — dijo Lu
— Hola, que bien te ves. — dijo Ryan sonriendo
Lu sonrió y agachó su mirada. Los dos entraron a la fiesta, la música sonaba fuerte, Lu miraba hacia todos los lados pues era una gran fiesta.

— ¡Lu! Por acá. — dijo Lisa
— Allá están los chicos, vamos. — dijo Lu

Los 2 caminaron hacia la mesa donde estaban sentados los chicos, Lu llegó y saludó a todos sus amigos. — Que están tomando? — preguntó Lu.
— Yo vodka con jugo. — dijo Gerardo
— Me das? — preguntó Lu.
— Claro. — Le dio de su vaso.

Lu probó la bebida de Gera, le gusto y lo miró. — Yo quiero una de esas. — dijo mirándolo
— Va! Te preparo una. — respondió

La fiesta comenzó a tomar algo de ambiente con la música que ponía el dj, Lu junto con sus amigos bailaban y cantaban todas las canciones.

Lu se acercó a Ryan y lo miró. — Sabes donde está el baño? — preguntó
— Si, deja te acompaño. — dijo Ryan.

Los 2 se fueron hacia dentro de la casa para ir al baño, Lu entró y Ryan lo espero afuera del baño, tomó su celular y miró la pantalla que eran las 12:40 am de la mañana. Lu al poco tiempo salió del baño. — Listo, vámonos. — dijo mientras caminaba hacia la salida.

Santiago miró a Ryan caminando detrás de Lu.
— Pero si pareces su perro guardián Vega. — dijo
Ryan se detuvo y giró para ver a Santiago. — ¿Cual es tu maldito problema imbecil? — dijo Ryan.

Santiago sonrió y su mirada la clavó en el. — Yo no se a qué estás jugando, porque lo quieres proteger, debes entender que ni a chingazos te va dar las nalgas. — dijo santiago

Todos los chicos del club llegaron y se pusieron detrás de Santiago. — No le juegues más al amiguito buena onda y se te lo vas a coger, cogetelo hoy! — dijo Santiago.

— Yo no lo haré hacer algo que él no quiera, no tengo ninguna intención de sexo con el, porque si yo quisiera ya me lo hubiera cogido sin necesidad de aparentar ser alguien buena onda con el. — dijo Ryan.

Comenzó a caminar hacia la salida de la casa y Santiago lo miró. — ¡Demuéstralo! — Ryan se detuvo. Se giró y camino de nuevo hacia el.

— Que dijiste? — preguntó frente a él
— Demuestra que puedes conseguir cogertelo sin que involucres amor, o no lo puedes enamorar? Porque se ve que es muy difícil. — respondió.
— No sabes lo que estás diciendo Santiago. No me estes retando porque sabes que lo podría más que enamorar. — dijo Ryan.

Santiago se río, — Hagamos una apuesta Vega. — dijo. — ¿Que clase de Apuesta? — preguntó.
— Nosotros sabemos que Luis, es una persona muy difícil de enamorar, que no le va soltar el culo a cualquiera, esa será nuestra Apuesta, tienes que conseguir que te dé el culo y que lo termines enamorando, si lo logras antes de 5 meses yo te daré $15,000 pesos, pero si no lo logras tú me darás los $15,000 pesos a mi y dejarás que pueda cogérmelo sin que te interpongas. — dijo Santiago.

Ryan lo miró y lo pensó sabía que podría conseguir todo eso fácilmente. Estiró su mano. — Trató hecho. — dijo Ryan mirándolo

Santiago tomó la mano de Ryan y los 2 sellaron la apuesta que habían hecho, Ryan salió de la casa y camino hasta donde estaba Lu con sus amigos. Ryan llegó con una bebida y un cigarro en la mano.

— ¿Donde estabas? — preguntó Lu.
— Estaba preparando una bebida en la barra pero ya no te vi adentro de la casa. — respondió Ryan.

La fiesta se seguía poniendo más buena, Lu y los chicos seguían bailando, Ryan estaba algo ebrio y no dejaba de mirar a Lu, pues lo deseaba como a nadie en el mundo, pero sabía que no era nada fácil y que batallaría mucho para que tuvieran sexo. Ryan se puso de pie y fue hacia el, comenzó q bailar y se le pegó atrás, comenzó a tocar su cintura y se pegaba detrás de él. — Que rico té mueves. — dijo Ryan.
— Te gusta como me muevo.— dijo Lu.
Santiago miraba como Ryan y Lu bailaban tan pegados, sabía que Ryan era experto para engatusar a sus víctimas y llevárselas a la cama.

— Está apuesta no me la vas a ganar infeliz. — dijo Santiago molesto.

— Ryan es muy bueno, para él esto es muy fácil Santiago, se la pusiste súper fácil. — dijo Diego

— No, no se la pondré tan fácil como él cree. — respondió Santiago.

— Pues ya comenzó con su plan, no te queda mucho tiempo si tú quieres ganar esta apuesta. — dijo otro de los chicos.

Ryan miró el reloj y daban las 3:20 de la mañana, era hora de irse y Lu no estaba ya bien, camino hasta el. — Es hora de irnos a casa. — dijo
— Ando súper pedo. — respondió Lu
— No dejare que manejes en este estado, debemos esperar a que se nos baje poquito la Borrachera para podernos ir. — dijo Ryan

El tiempo paso, y Lu se quedó dormido recargado en el hombro de Ryan, la borrachera se le había bajado. Cargo a Lu y comenzó a caminar hasta la camioneta de el. Pues quería llevarlo a su casa para que durmiera. Ryan lo acostó en el asiento del copiloto y él subió del otro lado. Encendió la camioneta y lo llevo hasta su casa, uno de los amigos de Ryan llevo su moto hasta la casa de Lu para no dejarla ahí en la calle.

Ryan estacionó la camioneta y bajo para ir por Lu, abrió la puerta y lo cargó. Por todo el movimiento Lu se despertó y miró a Ryan. — ¿Donde estamos? — preguntó.

Ryan lo miró. — Te traje a tu casa, pero están cerradas las puertas. — dijo Ryan

Lu se bajo y comenzó a buscar su llaves para empezar abrir las puertas, como pudo entró a la casa y comenzó a subir a su cuarto. Ryan fue tras de él y subió hasta su cuarto. Lu entró y se aventó la cama. — Vamos duerme un rato Ryan. — dijo Lu.

Ryan quitó su camisa y las botas para entrar a la cama, se acostó poco a poco y se acomodo, Lu se acurrucó a un lado de él y Ryan lo tomó de la cintura. — Gracias por traerme a mi casa. — dijo Lu

Ryan sonrió, pues era la primera vez que dormida con alguien sin la necesidad de tener sexo. A su mente llegó la apuesta que había hecho con santiago.

— Nadie debe saber mi cometido. — dijo Ryan mirando al techo.

El Patan del que Me Enamore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora