Cueste lo que cueste. - 18

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Eddie lo miró a los ojo.
— Claro que se quien eres, por eso no voy a dejar que Luis sea una más de tus víctimas.— dijo Eddie algo amenazante.

Eddie se puso los lentes y siguió caminando hasta su oficina pues sabía que Eddie lo conocía bien, pero como? Si nuca lo había visto antes.

Lu comenzó a guardar sus cosas en su mochila, cuando alguien tocó la puerta.

— Se puede Lic? — preguntó Rosy
— Pásele señora Rosy. — dijo Lu

La señora Rosy entró y camino hasta el escritorio de Lu, se sentó en una de las sillas y lo miró.

— Ya salió? — preguntó
— Si, ya me dijo Eddie que era la hora de salida, ya voy para mi casa.
— Oh que bueno, ya mañana empieza lo bueno, que bueno que le dieron el puesto a usted. Me da mucho gusto.

— Muchas gracias Rosy siento que nos vamos a llevar muy bien usted y yo aquí en la empresa. — dijo Lu
— Si, verá que si, ya necesitaba un amigo por aquí. — respondió con una sonrisa.

Lu y la Señora Rosy salieron de la oficina para irse a recepción, Los 2 platicaban mientras caminaban al elevador cuando Lu miró a Ryan sentado en las escaleras, la señora Rosy notó que Ryan quería platicar con Lu y se despidió de él. Lu camino y se sentó a un lado de Ryan.

— Está todo bien? — preguntó
Ryan giró su mirada y pudo ver a Lu.

— No, pero no creo que te importe él como este. — dijo algo seco
— Que es lo que te pasa? Porque estás así? — preguntó Lu
— Tu sabes por qué estoy así. —

Lu lo miró y volteó los ojos. — Es neta que te vas a poner así? Ryan como quieres que no le hable a Eddie si es mi jefe directo? A parte tú no tienes porque prohibirme hablar con alguien, pues ni que fueras quien. —

Ryan lo miró y se enfureció más de lo que ya estaba, se puso de pie y se fue caminando. Lu se quedó ahí sentado viendo cómo se iba caminando, cuando miró que Eddie salió de su oficina.

— Todo bien? — preguntó
— Si, todo bien. — respondió Lu
— Tienes problemas con el? —
Lu miró a Eddie pues sabía que Ryan se estaba comportando algo raro con el, pues pareciera que los 2 estuvieran saliendo y Ryan estuviera celoso de Eddie.

— No se que es lo que le pasa, está algo raro, pero bueno, mañana tal vez me diga que es lo que tiene. —

Narra Eddie.
No encuentro la manera adecuada para hacerte ver que puedes estar en peligro de que ese infeliz te haga daño, no quiero verte triste y mucho menos con el corazón roto, buscaré la forma de protegerte cueste lo que cueste. — Dijo Eddie mientras miraba a Lu.

— Me tengo que ir, muchas gracias por todo Eddie, en verdad no encuentro la manera para agradecerte. — dijo Lu

— No hay nada que agradecer, pero si algún día me aceptas una cena, podemos quedar a mano. — sonrió

Lu se sonrojó al escucharlo. — Si, porque no, sirve que nos conocemos más. — respondió Lu

— Pues pongamos fecha. —
— Qué tal si salimos el viernes? —
— Perfecto, yo paso por ti a tu casa.
— Ok, está bien. Nos vemos mañana.

Lu comenzó a caminar hacia el elevador y entró, presionó el botón de Lóby para bajar. Eddie se quedó mirando aquel chico.

Ryan subió a su moto y se marchó directo para su casa, Lu alcanzó a ver cómo salía del estacionamiento de la empresa. Sacó sus llaves y quitó el seguro para poder subir.

Eddie venía bajando y llegó a recepción con las chicas que se encargaban ahí.

— Hola chicas, disculpen creen que me puedan hacer un favor. — dijo Eddie.

Lu salió del estacionamiento y se fue directo a su casa, pues tenía algo de tarea y quería terminarla para poder descansar.

Ryan en el transcurso de la oficina a su casa no dejaba de pensar lo que le había dicho Eddie, pues sabía que él también estaba empezando a sentir cosas por Lu, no podía dejar de sentir rabia y coraje pues no quería que nadie le quitara a Lu.

Al poco tiempo llego Lu a su casa, estacionó su camioneta y bajo. Tomó sus cosas y camino directo a la entrada, venía algo cansado pues el acomodar toda la oficina le resultó agotante.

Lois escuchó que alguien abrió la puerta y se puso de pie. Miró que su hijo venía entrando.

— Luis, como te fue? — preguntó
— Bien ma, me fue súper bien. —
— Porque llegaste hasta esta hora? —
— Oh, fui a la oficina donde me dieron el empleo y pues me quede, me enseñaron mi oficina y estaba algo desordenada y me quede arreglarla para mañana que inicie a trabajar. — dijo Lu
— Como que ya tienes empleo? Porque no me habías dicho nada jovencito? — preguntó
— Porque sabía que no me dejarías trabajar, pero créeme mamá, lo hago para solventar mis gastos y ya no tener que pedirte a ti. — dijo Lu
— Ay Luis, sabes, me da gusto que ya estés viendo cómo ganar tu propio dinero, pero prométeme que no vas a descuidar la escuela por estar trabajando. — dijo Lois
— No te preocupes mamá, es medio tiempo así que no pasa nada. — dijo

Lu le dio un abrazo a su mamá y pronto subió a su cuarto para empezar con la tarea. Pasaron varias horas y Ryan llegó a la casa de Lu y se detuvo enfrente, se quitó el casco y subió su mirada.

Bajo de la moto y tocó la puerta. Lois pronto salió a ver quien hablaba.
— Buenas noches Ryan. — dijo
— Hola, buenas noches, disculpe esta Luis? — preguntó
— Si, pero está haciendo tarea, quieres que le hable? — preguntó
— Si, por favor. — respondió.
Lois sacó su celular y llamó a Lu.
— Hijo? Oye alguien te busca aquí en la puerta. — dijo su mamá
— Voy en seguida ma. — respondió

Lu se levantó de su silla y bajo rápidamente hacia la puerta de la entrada.

Lu venía caminando y miró en la entrada a su madre platicando con Ryan. Este miró que Lu venía hacia ellos y se puso algo nervioso.

— Hola Lu. — dijo Ryan
— Hola, qué haces por aquí tan tarde? — Preguntó

— Bueno, los dejó, fue un gusto verte Ryan. — dijo Lois.
— El gusto es mío señora. — respondió.

El Patan del que Me Enamore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora