Eso no lo hacen lo Patanes. - 23

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Ryan arrancó la moto y se fue directo a su casa pues quería descansar, mañana era viernes y tenían mucha tarea atrasada que entregar. Lu poco a poco comenzó a moverse pero no sentía a Ryan se levantó de golpe y miró que no estaba, tomó su celular y miró que eran las 9:53 de la noche. Ryan se había ido a su casa. Lu dejó su celular y se levantó de la cama.

Eddie estaba en su casa contemplando las estrellas y la luna y no dejaba de pensar en Lu. Tenía mucho miedo que Ryan lo lastimara, pues él si tenía intenciones de tener algo lindo y verdadero con Luis.

— Solo quiero que veas que yo si quiero algo bien contigo, que en verdad quiero que nos conozcamos más y podamos tener una bonita relación llena de amor. — dijo Eddie.

Al día siguiente. . .

Lu caminaba por la escalera para llegar a la planta baja de su casa, iría a la cocina a preparar el desayuno y un poco de café para la facultad. Ryan despertó y miró el reloj, se puso de pie y entró a la ducha para irse a la Facultad, mientras se bañaba no podía dejar de pensar en Lu, en la apuesta que tenía con Santiago.

— Maldigo ese maldito día que acepte en hacer la apuesta contigo, porque, siento que cada día me enamoro más de Lu y las cosas no deberían de ser así. — dijo Ryan

Lu salió de su casa para subirse a la camioneta y poder irse a la facultad.

Al poco tiempo Ryan salió para la universidad pues ahora tenía un motivo grande para ir, pues vería a Lu sin que Eddie se interpusiera entre ellos.

Lu llegó al estacionamiento, se estacionó y comenzó a tomar sus cosas, abrió la puerta de la camioneta y bajo.

— Buenos días. — dijo Ryan a un lado de él.
Lu giró y lo miró. — Hola, buen día. —
— Te ayudó? — preguntó

Ryan tomó varias cosas de Lu y su mochila, los 2 comenzaron a caminar para entrar al edificio donde estaba su salón. Al pasar por la cafetería, el grupo de Patanes pudo mirar a Ryan con Lu muy cariñosos.

— Pero qué diablos estás haciendo Vega? Cual es tu plan para que Lu te dé lo que estás buscando, no dejare que me ganes la apuesta, así me tenga que interponer para no cumplas tu cometido lo haré. —

Los dos llegaron al salón y se fueron a sentar a sus bancos para tomar las clases, mientras tanto en la oficina.
Eddie llegó muy temprano y subió a su lugar de trabajo, abrió su portafolio y de ahí sacó una carta junto con un chocolate, los miró y sonrió. Camino hacia la puerta y salió directo para la oficina de Lu, doña Rosy estaba sacando las basuras y miró pasar a Eddie muy de prisa, como pudo asomó su cabeza por la puerta y vio que entró a la oficina de Lu.

— A lo mejor trae el reloj al revés, pues el Lic aún no llega, entra hasta las 2. — dijo La señora Rosy

Eddie entró a la oficina y cerró la puerta camino hasta el escritorio de Lu. Dejo el chocolate y la nota junto a la computadora, sonrió y salió de la  oficina, al abrir la puerta Eddie abrió grandes los ojos, miró a la señora Rosy en frente de el.

— Buenos días Licenciado. — dijo
— Señora Rosy que susto me acaba de sacar, buenos días. — respondió
— Pensé que el reloj lo traía al revés pues el Lic Herrera llega hasta las 2.
— Si yo se que él llega hasta las 2 pero solo pase a dejarle unos documentos de los chicos nuevos y documentos de reclutamiento. —
— Muy bien, entonces pasó más de rato a limpiar su oficina, Bonito día lic. —

Eddie soltó el aire cuando la señora Rosy se fue, pues tenía miedo de que viera las cosas que le había dejado a Lu en el escritorio. Comenzó a caminar y se fue directo a su oficina.

Mientras tanto. Lu salió a la cafetería por algo de comer ya que tenían una hora libre, Ryan iba detrás de él y tomó a Lu por la cintura. Todos los chicos miraban que al parecer Ryan tenía una relación con Lu.

— Que vas a comprar de comer? —
— Mmm no se, algo ligero un Club Sándwich. — respondió
— Bueno, me das y yo te compro tu jugo. — dijo Ryan.
— Ok, me parece bien. — sonrió
— Solo déjame ir al baño que me ando orinando. — dijo Ryan algo apurado
— Corre aquí te espero. — dijo Lu sonriendo.

Ryan salió corriendo hacia los baños y entró a uno para poder orinar, después de unos minutos salió para lavarse las manos, pero nuca se imagino que del otro baño saliera Santiago.

— Espero que todo este cotejo sea parte de su estrategia para que el estupido de Luis te dé las nalgas Vega. — dijo Santiago detrás de el.

Ryan levantó la mirada y logró ver a Santiago en el espejo.

— No me quiero llegar a imaginar que en verdad te hayas enamorado de este chico, porque eso no lo hacen los patanes como tú y como yo. —
— No te metas en mis asuntos Santiago, yo sé cómo estoy jugando y no tienes porque venir a decirme que es lo que tengo que hacer. —
— Eso es lo que quería escuchar, ahora entiendo, espero que nuestra apuesta no se te olvide, ya casi van 2 meses y te quedan 3. Apúrate porque yo también me quiero comer esas nalguitas. — dijo Santiago

Ryan se quedó en el baño hirviendo de coraje pues no pudo romper la apuesta, era mucho su coraje que se vio al espejo y se recargó en el lavamanos.

— Soy un maldito idiota, debí de haber roto el trato, pero no pude carajo! No pude. — grito.

Ryan comenzó a pegarle al lavabo y después a la puerta su coraje era demasiado que le pegó al espejo y este se rompió. Los vidrios cayeron y Ryan miró su mano llena de sangre.

Lu lo fue a buscar al baño y entró.

— Rya? — preguntó por el

Lu pudo verlo que estaba sangrando de la mano que corrió hacia el.

— Que fue lo que te pasó? Porque estás sangrando? — preguntó Lu

— Tuve un ataque de ira y le pegué al espejo. — respondió
— Espérame aquí deja voy por ayuda.

Lu salió corriendo a dirección para pedir ayuda con Ryan.

— Soy un maldito imbecil. — dijo Ryan mientras las lágrimas comenzaron a salir.

El Patan del que Me Enamore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora