El regalo

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TOC,TOC. La puerta sonó nuevamente, se abrió y entró Nick. Alex rápidamente se paró dejándome sola en la cama.

- Aquí esta lo que me pidió. Dijo Nick pasándole una caja a Alex.

- Gracias, llévate eso por favor. Dijo Alex señalando el plato.

El chico tomó el plato y salió rápidamente del cuarto. Alex volvió a la cama.

- Tengo algo para ti. Murmuró haciendo una seña con su mano de que me acercara.

Curiosa me levanté hasta donde estaba y recibí la caja. ¿Un regalo? Pensé. La caja era grande, color café y con una cinta color vino.

- Ábrela.

La abrí delicadamente, y me sorprendió su contenido, un bello babydoll blanco, un poco corto, transparente y con plumas en los bordes, además traía una diminuta tanga en encaje, cuando la ví me ruboricé.

- Lo ví y pensé en ti. Combina perfectamente contigo. Dijo Alex señalando la prenda.

- Gracias, balbucee.

- It's ok. Dijo.

No es lo que esperaba en un regalo, es muy sexual para mi gusto, no pude evitar pensar en todo lo que había sucedido

- Lo usarás para mí. Dijo con su voz profunda.
Alex agarró mi cuerpo y me quitó el pijama con una habilidad impresionante. Aunque ya me había tocado, aún mi cuerpo reacciona al toque. Sacó rápidamente la lencería.

- Brazos arriba. Dijo y al segundo obedecí.
Sé que no debo mirarlo a los ojos, pero no pude evitarlo. Ver a este hombre mientras me observaba desnuda y luego me ponía ropa muy sexy, no pude evitarlo. Se agachó para ponerme la tanga, me quedo perfecta.

- Justo como me lo imaginé. To be over the moon.

Se acercó a mi cuerpo, ambos aún sobre la cama, recogió de nuevo mi cabello esta vez en un moño grande, dejando expuesto todos los morados de mi cuello. Empezó a besar cada morado haciéndome cerrar los ojos al momento de sentir su lengua nuevamente por mi piel. ¿En qué momento empecé a desear tanto sus toques?

- You're hot. Dijo pasando sus brazos por mi espalda hasta mis nalgas, apretándolas con fuerza y alzándolas sobre su cuerpo.

Quedé ubicada a horcadas junto encima de sus piernas, ambos estábamos sentados, y mis caderas empezaron a moverse rítmicamente para sentir su paquete debajo de mi sexo. Él siguió pasando sus manos por mi espalda y nalgas mientras que su boca jugueteaba con mi oreja.

- Quédate quieta. Me ordenó. Inmediatamente paré mis movimientos, pero mi respiración seguía muy agitada. - Mírame.

Abrí mis ojos y me encontré con su cara enfrente, tenía tantas ganas de besarlo, de sentir sus labios, nuestras bocas estaban muy cerca, compartíamos aire, intenté acercarme, pero él me detuvo. Sostuvo mis manos en mi espalda con fuerza para que no pudiera moverme.

- No te muevas. Susurró.

Nos quedamos en esa posición un buen rato mientras mi respiración se normalizaba, con su boca a escasos metros y con mi cuerpo ardiendo en llamas por sentir su tacto. Nuestros ojos se miraban, pero no sabía que querrían decirme.

- Ahora que lo pienso, aquí tenemos buen material para tu novio Jamie. Voy a enviarle unas buenas fotos de tu cuerpo en este momento para saludarlo.

- No es mi novio.

Alex se paró y rápidamente me bajó de sus piernas, quedé sentada de rodillas en la cama mirándolo con incredulidad. ¿Realmente iba a hacerme eso? Pensé

- Mírame. Dijo él, sacando su celular del bolsillo y poniéndolo en posición de tomar una foto.

- Alex ... Murmuré.

Mis emociones pasaban de felicidad, a éxtasis a decepción en menos de una hora, como dije antes esto parecía una montaña rusa en bajada. Una lágrima bajó lentamente por mi mejilla. Solo escuché un clic de la cámara

- Eso es, más cerca. Dijo Alex acercando el celular a mis senos y a mis piernas

Este acto solo me aterrizó a la realidad, yo solo había sido secuestrada por conveniencia para manipular a otro hombre que escondía a una chica.

- ¿Planeaste esto desde el principio? Pregunté con lágrimas en mis ojos.

- ¿Qué? Me respondió con duda.

- Lo que escuchaste, ¿planeaste esto desde el principio? ¿Calentarme y marcarme como ganado? Dejarme todas estas marcas en mi cuerpo para luego presumírselas a Jamie. ¿eso hiciste? Dije ya llorando a mares, desde que estaba allí no había sido tan sincera.

- No... no lo planee así Victoria. Solo fue un castigo más.

- Solo un castigo más ok. Me acosté en la cama dándole la espalda.

Quería salir corriendo, pero no tenía a donde, al final me sentía culpable por sentir algo por Alex si sabía que yo solo era un medio para un fin. No escuché más sonidos que el de él saliendo por la puerta.

- Maldito seas Alex.

Hubo una vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora