La noche llegó y con ella un sonido familiar de la puerta. Me levanté rápido y grité.- Vete Alex, ahora no quiero verte.
Para mi sorpresa no era Alex, que vergüenza sentí, era otro de los guardaespaldas de la noche, me disculpé con él y volví a la posición en que estaba, queriendo morir o que me tragara la cama, lo primero que pasara, en ese momento pensaba ¿Cómo era posible que me permitiera llegar a ese punto? Estúpido corazón, si es mi secuestrador por qué me importa lo que él piense.
Tal vez me quedé dormida pensando en miles de cosas, cuando menos pensé escuché un ruido raro entre mis sueños, traté de abrir mis ojos a ver de dónde venia el sonido, la oscuridad combinada con mi cuerpo recién levantado me dificultaban la vista. En ese momento me giré y quedé en estado de shock.
- ¿¡Qué estas haciendo!?. Pregunté tratando de encontrar una respuesta lógica a lo que veía.
El guardaespaldas de la noche estaba parado en una esquina de la cama, con los pantalones abajo y con su miembro duro en sus manos, él seguía bombeando su falo enfrente mío con una mirada lasciva que me hizo pensar de una en Andrey, mi corazón paró y mi cuerpo se alertó por el peligro. Mi instinto me hizo levántame de la cama para correr, pero este hombre fue más rápido.
El hombre me agarró de los pies y me haló para quedar a su altura, yo me defendía como podía, lanzando golpes y patadas, pero el joven se las ingenió para sujetarme sobre la cama y dejar mis piernas a cada lado de su cadera. Grité, grité mucho mientras él me trataba de tapar la boca para que no hiciera ruido.
Pensé en que Alex me había dicho que ningún guardaespaldas tenía permitido tocarme, también pensé en que este era un tipo de castigo que él había ordenado por comportarme como lo hice.
- ¿Por qué me haces esto? Alcancé a preguntar en medio del forcejeo.
- ¿Cómo me iba aguantar? Tú con esa ropa mostrándome todo el culo con esa tanga, estabas pidiendo que te cogiera. Me dijo el guardaespaldas con su voz entrecortada.
Él seguía metiendo sus dedos en mi boca y con la otra mano tratándome de quitar la lencería. Esto es mucho peor que los golpes de Andrey, necesito ayuda. Como más pude seguí gritando a todo pulmón, aunque mi voz ya se estaba yendo.
La puerta se abrió de golpe.- ¿QUÉ ESTÁ PASANDOO?. Gritó Nick mientras entraba en manada con otros guardaespaldas.
Él vio al hombre encima mío y sin pantalones, con cara de asombro grito.
- ¿QUÉ PUTAS JEFF? ¿CÓMO SE TE OCURRE? ELLA ES DE ALEXANDERR. Siguió gritando mientras lo quitaba de encima de mi cuerpo.
Entre todos lo guardaespaldas lo agarraron, lo tiraron al piso aun con el miembro duro.- ¿Estas bien Vicky?. Me preguntó mientras me tapaba con una cobija.
No dije nada, mi llanto era tan fuerte que se convirtió en hipo, me deslicé por la cama hacía el suelo en la parte más alejada de la cama y me quedé inmóvil llorando, no quería que nadie me viera.
- Llama al señor Alex. Dijo Nick.
- Pero son las 3am, no podemos levantarlo. Dijo otro de los guardaespaldas mientras todos apuntaban sus armas al hombre en el suelo.
- Llámalo ahora. Recalcó Nick
Solo escuchaba sus voces preocupados por lo que iba a pasar, escuché los sonidos de los radios mientras se comunicaban con ellos.
Finalmente llegó Alex a la habitación, traía una bata negra que dejaba en evidencia que no tenia camisa, además su cabello muy revuelto. Entró corriendo y paró en seco cuando vió mi rostro, yo indefensa en el suelo del cuarto con una cobija tapándome y llorando de forma descontrolada, lo miré sin saber que trasmitir a través de mis ojos.
- ¿QUÉ PASO? QUE ALGUIEN ME DIGA YA.
- Señor Greenglide, estábamos en la sala cuando escuchamos los gritos de la señorita Victoria, vinimos lo antes posible, entramos y nos encontramos a Jeff sin ropa interior sobre la señorita, estaba tratando de acceder a ella.
- PERO QUE IMBECIL, What the fuck? Dijo mientras se mandaba la mano en la cabeza. - ¿Será que mis ordenes valen mierda acá?
- ¿Qué hacemos señor? Preguntó otro de los guardaespaldas.
- THIS IS NOT ROCKET SCIENC, MÁTALO. Dijo con ojos salvajes.
Todos los guardaespaldas se miraron y apuntaron nuevamente sus armas al hombre en el suelo.
- ¡PERO NO ACA! LLÉVENSELO. Dijo con voz amenazante.
- Sí señor. Todos los hombres en traje respondieron al mismo tiempo.
Sacaron al hombre a rastras de habitación mientras gritaba rogando por su vida, diciendo por favor pues sabía cual era su destino, yo me encogí de hombros aún más. Alex cerró la puerta de un portón después de que salieron y camino en círculos con las manos en la cabeza. MIERDA, MIERDA, MIERDA, repetía.
Finalmente se acercó cauteloso a mí, tomo mi rostro con su mano y con la otra limpió mis lágrimas. Me cargó y me subió en la cama, se acostó junto a mi y me acurrucó en sus brazos, yo no aguante más y abrace a esta imponente figura, aunque me daba miedo también su actitud, me generaba cierta sensación de seguridad.
Lo abracé como si mi vida dependiera de eso, tan fuerte y él me correspondió haciendo lo mismo para consolarme, no me atreví a mirarlo a los ojos, solamente hundí mi rostro en lo más profundo de su desnudo pecho mientras mis lágrimas lo empapaban por completo.
- Lo siento. Dijo Alex en un murmullo.
En la habitación no se escuchaba más que el hipo causado por mi llanto.
¡BANG! Mi cuerpo se sobresaltó al escuchar el disparo, Alex me apretó aun más a su pecho para confortarme.
Jeff había muerto.
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Hubo una vez
Teen FictionVictoria es una joven común, lastimosamente no sabe escoger sus amistades, un viejo amigo obsesionado con ella la pone en aprietos y queda en la mitad de una disputa de la mafia. Acompáñame en esta historia de secuestro, traición, sexo y síndrome de...