SI JUNTAMOS LAS ESTRELLAS - wwoppo©

6.

DAMIÁN DESMOND.

· ¿Un beso? ·

Ella solo reía.

- ¡Cierra la boca, enana! - Grité.

- ¡No puedo! - Decía a carcajadas.

Nos encontrábamos en la biblioteca.
Me pidió que le explicará otro tema y lógicamente acepte.
En el presente, se burlaba de que me había puesto la camisa al revés.
Es una idiota.

- ¡Torpe!, ¡Nos van a llamar la atención si sigues riendo! - Exclamé.

- ¿Torpe?, ¿Yo? Mírate a ti - Dijo y siguió riendo.

- ¡Solo cállate! - Grité.

- ¡Inténtalo! - Retó.

¿Era una amenaza?
No lo pensé y la tomé de la cintura haciendo que se recostara en el respaldo de aquel sofá.
Aquella chica solo me miraba confundida y sorprendida.

- Oye, ¿Q-qué haces? - Balbuceó.

- Lo que me pediste, ¿No? - La mire con una sonrisa maliciosa.

- P-pero no hablaba de e-esto - Trató de hablar pero salió más como un tartamudeo.

Me incliné yendo a su rostro.
Sus grandes ojos me miraban con nerviosismo.

- ¿Estás nerviosa? - Pregunté al ver su reacción.

- N-no.. -

Joder, ¡Di algo bien!

Me acerqué aún más a su rostro haciendo que aquella cerrará sus ojos por inercia dejándose llevar por el momento.
Hice el mismo acto y me acerqué aún más.
Ella tomo mi nuca haciendo que esté más cerca y se recostara aún más en el sofá.
Nuestras narices chocaron pero no hubo contactó.

- Esto es vergonzoso - Susurró con una voz suave.

Nuestros labios se rozaron y estábamos por continuar hasta que el sonido de la puerta abrirse nos detuvo.

- ¡Alteza Damián! ¿Está aqu...? - Emile no terminó la frase al vernos juntos.

Nos separamos al instante.

- Oh, vaya.. - Dijo el chico - ¿Los interrumpí? -

Sentí mis mejillas arder.
Esto es incómodo.

- ¡No!, ¡Solo.. Me qui-quitaba una basura del ojo! - Exclamó la pelirosada y salió casi corriendo de aquel lugar.

Mire a Emile fulminantemente.

- Y-yo.. Lo lamento, no sabía que.. - Tartamudeo.

Al final, salí igualmente del lugar y el rubio me siguió.
Se disculpo en todo el camino por el pasillo.

- ¡Perdón!, ¡Prometo que no volverá a pasar! - Se puso de rodillas ante mi.

Dios, que humillación.

- Eres un idiota - Dije y seguí mi paso dejándolo ahí arrodillado en el suelo.

¿Qué acababa de suceder en la biblioteca?
¿La besaría?
¿Besaría a Anya?
¿Qué hubiera pasado si Emile no interrumpía?

Fui a mi habitación donde se encontraba Ewen.

- Hey, Damián - Saludó el chico al verme.

- Ewen - Saludé.

- ¿Estás bien? Te vez algo rojo - Preguntó aquel.

Mierda.

Fui hacia el espejo de mi armario y era cierto.
Estaba totalmente rojo.

- Carajo - Susurré al verme.

Todo el colegio me había visto así al salir de la biblioteca.

- ¿Paso algo? - Preguntó mientras me miraba.

Se podría decir que Ewen, es mi mejor amigo.
Me conoce lo suficiente como para saber que algo había pasado.

- No lo se.. - Dije - Estoy muy... Confundido - Respondí.

- Damián -

- Creo que casi beso a Anya.. -

...

Mi dignidad, había caído.

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