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C A P I T U L O S   F I N A L E S

DAMIÁN DESMOND.

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Un par de meses y el otoño llegó. El aire frío acariciando mi piel y el suave aroma que mi nariz adoraba. Tal vez no todo salió como quería pero, amo que haya sido así.

Aprendí cosas y dejé otras.

Es difícil aceptar algunas y tirar recuerdos lindos por crear nuevos. Aunque, en este momento no me importa. Quiero que no acabe, quiero que esto sea así para siempre.

No quiero comenzar algo nuevo, quiero reciclar lo viejo y recrearlo a algo mejor por qué, aunque mi antigua vida fuera de la mierda, es mi vida, soy yo.

Y no quiero cambiar eso.

*° •·. · •° *

Fiesta en la ciudad, Casa Halston y vino fresco por la noche. No adoro las fiestas pero creo que sería bueno probar por está noche.

— ¡Desmond! Es un placer tenerte como nuestro invitado — Habló el propietario, James Halston. El anfitrión — Y vaya.. Si es nuestra hermosa señorita Kobayashi.

Llevaba a Rumi como mi invitada. Es obvio, ¿No? Es mi chica por está noche, y lo será después.

— Un gusto, señor Halston — Saludó Rumi — La decoración es perfecta, debió tardar bastante en diseñarla.

— Te sorprenderá escucharlo pero, no me demoré mucho gracias a una chica que logré contratar, fue impresionante la manera en la que logró hacer todo a la perfección.

— ¿De verdad? Tendrá que pasarme su contacto, la decoración de mis celebraciones son bastante tardías.

— ¡Por supuesto! Nos encontramos luego y charlamos respecto a ella.

— Estaré encantada.

— Yo estoy igual de encantado al saber que está usted con el señor Desmond, me sorprendió bastante.

— A muchos les sorprende — Río la chica. Aunque Rumi se refería a que éramos pareja de la fiesta, no a una pareja amorosa. Es una pena que el señor Halston tuviera un malentendido con sus palabras.

Nos despedimos del propietario y nos adentramos más al lugar. Saludamos a un par de personas y fuimos hacia una sala de descanso para charlar un rato.

— ¡Todo se ve perfecto!, Gracias por invitarme, Desmond.

— No tenía a nadie más, gracias por aceptar, Koba — Lo último sorprendió a la chica, nunca la llamo así.

— Es extraño que me digas Koba, normalmente de dices Rumi, ¿Te sientes bien? — Sonrió y río por un momento.

Ambos reímos y seguimos charlando sobre el tema de la fiesta, admito que se veía bastante bien y todo era muy tranquilo, la mansión Halston era uno de los mejores lugares para hacer este tipo de celebraciones, es reconocido por la paz y tranquilidad que transmite.

— Por cierto, Rumi.. Debo decirte algo, ¿Podemos hablar fuera? — Pregunté y aclaré mi garganta para sonar firme mientras acomodaba mi corbata.

SI JUNTAMOS LAS ESTRELLAS - wwoppo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora