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ANYA FORGER.

· Entrenador ·

...

— ¿Lo amas?

No.

— ¿Por qué debería responder eso? — Pregunté.

— Solo responde.

— No lo haré.

— Entonces te gusta.

— Eso no te importa.

— Si me importa.

— ¿Por qué?

Y realmente esa era mi duda, ¿Por qué, Damián?, ¿Por qué te importa? Tu me dejaste en claro que ya no te importaba, ¿Por qué las cosas cambiaron ahora?

El podia ser tan transparente pero al mismo tiempo llegar a ser alguien tan complicado de entender, me confunden sus sentimientos.

— Responde — Insistí, quería saberlo, hace tiempo espero la respuesta. ¿Por qué le importo si me demostró lo contrario?

— ¿Realmente quieres saberlo?

— Si.

— Entonces ya lo sabes.

— Sigo esperando la respuesta.

— Siempre la tuviste.

Y al final de eso, se fue. Salió de la habitación y me dejó con la duda en el pecho. ¿A qué se refiere? Es decir, ¿Siempre tuve la respuesta?, ¿Qué significa eso? No la tengo, o al menos no me la ah dicho.

°°°

— Anya, come algo, la enfermera lo exigió — Pidió mi amiga Becky.

Mi apetito estaba nulo. No sentía hambre y anoche no dormí más que diez minutos o menos. Seguía pensando en la respuesta, tal vez me sería mas fácil leer su mente pero mis poderes han dejado de funcionar debido a que no los eh usado hace tiempo.

Es molesto.

— No tengo mucha hambre, comeré luego, lo prometo.

— Llamaré a la enfermera y te obligará a comer todo.

— ¡No lo hagas!

Noté que una persona se acercaba. Yo siendo una idiota, creí que se trataría de Damián. Sin embargo, solo era el “casi algo” de mi amiga.

Emile, para ser exactos.

— Hey, Blackbell.

— Elman — Lo llamó ella.

Bueno, esto sería incómodo.

— Te veo después — Me despedí y salí del comedor para ir hacia la biblioteca.

Hace tiempo no iba ahí, lo extrañaba. Era mi lugar favorito del colegio Edén, aparte del jardín, claro.

Al entrar, había varias personas. Al parecer era por el club de ajedrez, no sabía que lo hacían aquí. Sería interesante unirme, me gusta el ajedrez, es como.. Un deporte mental, un deporte no significa que tiene que ser 100% físico, ¿O si? Esto me serviría, además, esta en mi lugar favorito.

— Hola, ¿Esto es el club de ajedrez? Me interesa unirme.

— Por supuesto, nos faltan integrantes.. ¿Sabes jugar? — Preguntó de vuelta un chico de pelo castaño que parecía ser el anfitrión.

— Aprendí hace unos años, creo recordar algunas cosas.

— Bien, podemos conseguirte un miembro del club para que te entrene.

— Genial.

Esto sería pan comido. Papá me enseñó hace unos años, cuando me buscaba algún talento.

El anfitrión se acercó a un pequeño grupo que formaba parte del club y estuvo hablando sobre algo con ellos. Al parecer buscaba alguien que me entrenará.

Estuve mirando a los demás miembros. Realmente eran pocos. Conté solo 12, si querían formar un club deberían ser al menos 25. Ellos no eran ni la mitad.

— El será tu entrenador — Habló el chico de nuevo.

Mierda, mierda, mierda, mierda.

— Anya — Me llamó Luke.

Luke Vaughan, mi entrenador.

...

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SI JUNTAMOS LAS ESTRELLAS - wwoppo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora