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ANYA FORGER.

· Importa ·

...

- ¿Aquí es la clase de matem..? - Estuve por preguntar hasta que vi a la persona del otro lado de la puerta.

...

Desmond.

...

- ¿Qué haces aquí? - Preguntó sorprendido al verme y con el ceño fruncido, estaba realmente confundido.

- Pregunto lo mismo.

- Yo pregunté primero, responde.

- Vine a aprender matemáticas, ¿Algún problema?

- No necesitas está clase, yo te enseñe lo necesario.

- Tal vez no eres tan buen maestro, necesito aprender más.

Pude notar que se enfado un poco, apretó su puño derecho y dirigió su vista a otro lado, lejos de mi mirada.

- Kobayashi está en el otro salón, ve con ella - Habló de nuevo, calmando su enfado.

- ¿Quién es Kobayashi?

- Maldita sea, ¿Eres estúpida?, ¿No conoces a Rumi Kobayashi?

Bien, me ofendió un poco lo de estúpida pero, no, no conozco a Rumi Kobayashi.

- Escuché a Becky hablar de ella, no la conozco.

Soltó un gran suspiro. Al estar ambos en silencio se escuchó todo el sonido de alrededor.

Todos gritaban al hablar, tiraban lápices al suelo y se reían bastante fuerte.

- ¿Qué pasó aquí? - Pregunté al ver todo el desastre detrás del chico.

- Son los de tercero - Respondió algo cansado y rascando la punta de su nariz con su mano.

- ¿Necesitas ayuda? - Pregunté de nuevo.

- No creo que lo hagas mejor que yo, solo perderás tiempo intentándolo.

- Quiero intentar.

El rió bajo y saco una sonrisa irónica, burlándose de mis palabras e intenciones.

- Bien, adelante.

°°°

Yo calmaba a los estudiantes mientras que Damián seguía dando instrucciones en la pizarra. Todo era callado, solo la voz se Damián era capaz de escucharse. Y claro, una que otra voz de alguien preguntando por el tema.

Al estar en un pacífico silencio, noté que la puerta sonaba. Alguien estaba tocando. Me dirigí a aquella puerta y la abrí.

- Desmond - Llamó y después dirigió su mirada a mi, quedando aún más sorprendida que Damián al verme.

- Hola - Escuché la voz del chico detrás de mi - Lo lamento, ¿Necesitas algo?

Me hice a un lado y Damián quedó completamente frente a la chica.

- Vine a ver cómo ibas pero, al parecer estás muy bien - Habló la chica, mirándome.

Damián me miró por un corto tiempo, incómodo de la situación. No miento en que yo no estaba igual de incómoda.

- Llegó de sorpresa, estaba por llevarla a tu clase - Dijo Damián.

- Creo que debería quedarse contigo, hace un buen trabajo calmando a los estudiantes, ¿no lo crees? - Preguntó la peliazul, o bueno, azul marino - Sería bueno que tú le enseñaras a cambio de que ella calme a todos.

- No lo se..

- Tómalo como consejo, y otra cosa.. Yo y unos amigos iremos a un cafeteria, ya sabes, para celebrar esto.

A Damián no le gusta salir del edificio.

- Suena bien - Respondió el Segundo.

- Genial, yo te llamo - Dijo la chica - Nos vemos, Señor Gruñón - Se despidió y salió del aula.

Los estudiantes seguían haciendo su trabajo, al menos de que sean igual de metiches que yo y estuvieran escuchando la conversación de ellos dos.

- La clase terminará en unos minutos, si quieres puedes irte.

- ¿Es tu novia? - Pregunté.

Oh mierda, pensé en voz alta.

- ¿Eso te importa? - Preguntó de vuelta el Segundo.

- No.

- Entonces no tengo por qué responderte.

...

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SI JUNTAMOS LAS ESTRELLAS - wwoppo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora