Capítulo 19: El deseo de los rivales

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tw. escenas de índole sexual. 

HALERYS AFERRÓ SUS MANOS ENTRE SI CUANDO INGRESO EN LA HABITACIÓN DEL PRINCIPE TARGARYEN

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HALERYS AFERRÓ SUS MANOS ENTRE SI CUANDO INGRESO EN LA HABITACIÓN DEL PRINCIPE TARGARYEN. El aroma a hierbabuena y vainilla que se movía con él parecía inundar toda la estancia, sin embargo, no se encontraba en ella. La de cabello oscuro se giro hacia el único guardia que parecía tener como tarea seguirla a sol y sombra. ──¿Donde esta el príncipe? ── indago con la esperanza de que su respuesta fuese que había vuelto sobre su estúpido y viejo dragón a Desembarco del Rey, de donde, jamás debió haber salido. 

──Hasta donde tengo conocimiento; rindiendo respetos en las criptas, mi señora. 

Halerys enmudeció y no dijo nada antes de volver su atención a cada detalle de la habitación queriendo obviar la incertidumbre que se abría paso en si misma cuando la puerta se cerró. ¿Porque él, quien parecia tan resentido hacia la bastardez de sus sobrinos, rendia honor a sus ancestros? En las uniones era costumbre que el novio visitara las criptas para pedirle a los espiritus antiguos de los primeros hombres que bendicieran su matrimonio llenadolo de salud, prosperidad y placer. Era una forma sensata de unirse a la casa Strong. Halerys quiso reír ante la idea. ¿Porque alguno de los dos querría esas cosas para esa unión que parecía profana?

Movió sus ojos violetas por la habitación notando que parecía estar ambientada para la noche de bodas; la cama doble pulcramente acomodada y una tina con agua caliente. Camino hacia una de las mesas y tomo una copa de allí para llenarla con vino. No tardó mucho en beberse el contenido. La volvió a llenar pero solo la tuvo en su mano hasta llegar a la tina, para dejarla a un lado de esta.  Mordió el interior de su mejilla mientras pensaba en las palabras de Alys y sacudió la cabeza antes de deshacerse del vestido y adentrarse en el agua disfrutando del contacto con esta.

Sus dedos danzaron por la superficie del agua buscando que aquel ruido que producían le inducieran alguna especie de relajación. Observo las llamas de la chimenea por algunos instantes con la pequeña y conflictiva esperanza de que algún rostro apareciera para darle un consejo o una mano la arrastrará a las profundidades de la tierra en un escape impensado. Claramente, nada de eso sucedió.

Lo que fueron largos minutos después, la puerta se abrió para darle la bienvenida a alguien más. Halerys no necesito voltear la cabeza para saber de quién se trataba: el aroma que inundaba la estancia se intensificó con su sola presencia. La puerta se cerró y un silencio inundó el lugar por algunos instantes. ── Creí que estarías dormida. ── la voz del príncipe rompió el ambiente. Halerys vio por el rabillo del ojo con el caminaba hacia el medio de la habitación. Su ojo sano puesto en ella.

Halerys cerro los ojos y apoyo la cabeza en el respaldo de la tina. ──Ninguno de nosotros dormirá está noche ──aseguró. Y era verdad. Ninguno confiaba lo suficiente en el otro como para cerrar los ojos y descansar. La joven Strong seguía alerta de que él no sacará una daga para rebanarle el cuello. ──¿Donde estaba, mí príncipe?

MIDNIGHT OF DRAGONS | AEMOND TARGARYENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora