Capítulo 11: La doncella del Valle

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LOS OJOS DE HALERYS RECORRIERON EL LUGAR

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LOS OJOS DE HALERYS RECORRIERON EL LUGAR. Pese a que en su adolescencia había visitado lugares impresionantes como lo era la Fortaleza Roja, el Nido de Águilas no tenía comparación: es la fortaleza ancestral de la Casa Arryn, una de los más antiguos linajes Ándalos. Es un castillo pequeño, formado por siete torres esbeltas y blancas, muy juntas, situado a gran altura en un saliente del pico Lanza del Gigante. Se llega a él ascendiendo la montaña desde las Puertas de la Luna y pasando por Piedra, Nieve y Cielo, hasta donde llegan las mulas. A pesar de su tamaño, sus graneros son enormes y se dice que en sus torres se puede alojar a quinientos hombres.

──¿Estás bien?

Jacaerys estaba allí para pedir a Lady Jeyne Arryn que se uniera a las fuerzas de su madre.

──Admito que no fue un viaje atractivo. ── ella respondió. El viento les había sacudido cuando llegaron a la zona del valle, y sus manos se habían aferrado al abrigo del Velaryon como si fuera a desintegrarse de un momento a otro.

Halerys aliso su abrigo con la intención de verse más presentable cuando les escoltaron a las puertas de la Sala Alta y Jacaerys sonrió ante eso durante unos instantes. Luego de un primer viaje en dragón ninguna persona estaría lo suficientemente presentable. ──Lady Arryn les recibirá ahora. ── fue todo lo que informo el guardia antes de dejarles pasar. La joven Strong movió sus ojos en la forma del lugar: una sala larga y austera, con paredes de mármol blanco con vetas azules y estrechas ventanas en forma de arco en la pared este.  En las paredes hay cincuenta candelabros de plata y el pasillo central lo recorre una larga alfombra azul entre hileras de columnas blancas. Tiene un trono de arciano labrado y a su lado un trono menor. La Puerta de la Luna, una estrecha puerta blanca de arciano en la cual se ve una medialuna, entre dos columnas blancas, cerrada con pesados barrotes de bronce; se abre hacia dentro y da directamente al vacío. Halerys tembló al pensar como sería caer por allí hacia una muerte segura y espero no averiguarlo jamás.

──Principe Jacaerys...── murmuró la mujer en recibimiento. Estaba cercana a los cuarenta años, de rostro severo y porte intimidante. Halerys recordó de repente todos los rumores que recorrían Poniente con respecto a ella, como que prefería mucho más la compañía de mujeres. Quiso reír ante el hecho. Los rumores sobre mujeres como ella y su propia persona eran pan de todos los dias. Sin ir más lejos, ella tenía el título de bruja para con media planicie. ──Lady Strong. ¿Qué les trae al Valle?

Ambos presentaron una reverencia de respeto antes de que Jacaerys comenzará a explicar los motivos de su presencia. Cuando él joven termino de asegurar que esperaba contar con su apoyo en la guerra contra los Verdes, un silencio se extendió. Él comenzó a recitar la carta que la propia Rhaenyra había escrito y los puntos de un tratado beneficioso entre ambas fuerzas. La mujer pareció pensarlo con severidad. La de cabello oscuro reconoció que las ofertas de la reina Targaryen eran tentadoras pero tenían algunos puntos flojos. Y en tiempos desesperados, se prometían cosas desesperadas. ──¿Porqué está usted aquí, Lady Strong?

MIDNIGHT OF DRAGONS | AEMOND TARGARYENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora