HALERYS SE BALANCEO EN SU LUGAR CON EL FILO DE LA ESPADA CORTANDO EL AIRE DENTRO DE LA ESTANCIA. El silencio se arremolinaba a su alrededor y era interrumpido solamente por su propia respiración. Fue consciente de la gota de sudor que se deslizo por su frente y el movimiento del acero contra el enemigo ficticio al que se enfrentaba. Se detuvo abruptamente cuando la puerta se abrió para ver como Florea, una de sus criadas, ingresaba en el lugar.──Mi lady, lamento importunarla pero...necesito poner esa espada en su lugar antes de que alguien lo note.
Pese a que la mujer quiso refunfuñar por lo bajo, no lo hizo. Se movió con entereza hasta la menor para tenderle la espada de entrenamiento que ella había conseguido. ──No te disculpes, debo agradecerte el riesgo. ── la de cabello oscuro respondió. Florea pareció volverse más pequeña en su lugar por algunos instantes; servía a su señora hacia algunos años pero no era inmune a el efecto que tenia sobre los demás. Era hermosa, valiente y feroz, todo eso parecía incrementar cada vez que hablaba con voz aterciopelada. ──Debo parecerte patética...── expresó con pesar. Ese era su hogar y ella era una guerrera, ¿Cómo podia ser posible el tener que ocultarse en la habitación de una criada para entrenar?
Incluso en aquel momento donde sentía pena por si misma, no podia darse el lujo de sentarse a bordar o leer. Debia entrenar, debia seguir puliendo todos sus movimientos. No podia permitir que alguien como Aemond Targaryen le sacara ventaja en el campo de batalla.
──Claro que no, mi lady. ── la joven aseguro con firmeza tomando la espada de manera torpe ──Si otra fuera la situación me atrevería a pedirle que me enseñe, seria un honor aprender de usted. ── expreso antes de sacudir levemente la cabeza y tenderle un vestido. Halerys sonrió con simpleza. ──He traído este para usted, es mejor que no la vean con esa ropa por los pasillos── hizo referencia a su ropa de entrenamiento que no consistía en mucho más que unos pantalones oscuros de montar y una camisa suelta que alguna vez había pertenecido a Harwin. ── y además, otras criadas me han informado que un mensajero viene en camino...
Halerys fruncio el ceño. ──¿Un mensajero del príncipe?
──No, mi lady. Los rumores en los pasillos dicen que es un mensajero desde el norte, pero a sus guardias les han prohibido decir algo al respecto.
La joven Strong no tuvo duda alguna de eso. Todo lo que pudiera estar relacionado a la guerra no debería llegar a sus oídos por el bien de los verdes y sus planes.
──¿Sabes donde lo recibirán?
──En la Sala Este de seguro, mi lady.
La mujer asintió y le lanzo una mirada a Florea. ──No debo retenerte más. Ve, antes de que alguien te vea. ── la joven comenzó a caminar hacia la puerta, Halerys aclaro la garganta llamando su atención ──Me gustaría oír los rumores de los pasillos más seguido.
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MIDNIGHT OF DRAGONS | AEMOND TARGARYEN
Fanfictie→ En donde Halerys es todo lo que queda la casa Strong y Aemond detesta estar encantado con ella. ❞Los vientos de guerra se acercan❞ aquello fue lo último que Halerys oyó de su abuelo en la última conversación que mantuvieron. Y tuvo razón. El...