Capítulo 34

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— ¡Onnie creo que puedo ver los delfines!

— ¡¿Qué?! ¡Déjame verlo!— Yeji se colocó delante del mirado.— Yaaa, eso solo es coral, mira bien.— dijo regresándole el puesto a la menor.

— ¡No puede ser!— se quejó la más joven mirando nuevamente por el binocular.— Bu— se quejó después de alejarse del aparato.— Pensé que había visto un delfín.

— Te dije que ellos emigran en inverno.— dijo Ryujin ofreciéndome un bocado de su churro, acepté dandole una mordida.— ¿Sabe bien?— pregunto mientras limpiaba el azúcar en mis labios.

— Es realmente dulce.— dije dandole un sonrisa de afirmación.

Ella me dedicó una dulce sonrisa y  con su mano libre, limpio el resto de azucarillos sobre mis labios.

— Oh, el restaurante de mariscos esta a unas cuantas cuadras, creo que lo mejor será hacer las reservaciones de una vez.— Dijo Lia empezando una llamada.— Amor, encárgate de las bebidas mientras termino.

— Claro cielo— Yeji volteo en dirección de Yuna, la cual lucia algo deprimida.— ¿Te parece si escoges una dona mientras esperas las bebidas conmigo?

— ¡Acepto!.— celebró la menor olvidando por completo su desilusión de hace apenas un minuto atrás.

— Iremos por las bebidas, ustedes esperen por Lia mientras tanto— dijo Yeji mientras partía acompañada de una feliz Yuna.

Las observamos alejarse hacia la cafetería y voltee en dirección de Ryujin, esta me sonrió y unió nuestras manos juntas haciéndome sonreír en respuesta. El viento era realmente fuerte, por lo que podía sentir mi cabello darme pequeños latigazos, Ryujin sonrió ante aquello y acomodo mi cabello en ambos lados de mis orejas, acunando mi rostro entre sus manos.

— Tal vez debería quedarme de este modo por el resto del día, así no serias atacada por tu cabello ninja.

Dejé salir un risa y aparte sus manos sujetándolas ligeramente, ella me sonrió y caminamos juntas en dirección a Lia. Nuestras manos entrelazadas.

— No creo que sea cómodo estar así todo el día ¿Cómo comerás tu amado ramen sin tus manos?

— Podrías alimentarme y eso dejaría de ser un problema.— me sonrió de costado.— Creo que me agrada la idea... debería sostener tu rostro de nuevo...

— Será mejor que borres esa idea de tu cabeza— dije observando cómo Lia terminaba la llamada. Le señale con mi mirada, ella volteo y suspiro dejando mi mano con pesar.

— Espero que ese ramen de mariscos sea realmente bueno...

— Ya hice las reservaciones— anuncio Lia con un sonrisa mientras entrelazada mi brazo y el de Ryujin con los suyos.— démonos prisa, estoy segura que nuestras bebidas nos esperan.

Unas horas después, el sol comenzaba a esconderse y el clima era lo suficientemente agradable cómo para tener una cena en la terraza. Habíamos preparado la mesa y nos habíamos decidido por un asado. Yeji y Ryujin estaban cocinando la carne mientras Lia y yo nos encargábamos de las guarniciones.

Mañana llegaría el resto de los invitados por lo que habíamos decidido tener una pequeña cena pre-cumpleaños para Yuna solo nosotras cinco. Seria algo sencillo ya que la fiesta seria mañana y no queríamos arruinar los planes que habíamos hecho. Yuna estaba sirviendo la carne ya lista, todas tomamos asiento alrededor suyo y comenzamos a disfrutar de la cena.

— ¿Deberíamos conseguir un par de mantas nuevas? Las habitaciones ya tienen una cuantas pero no sé si serán suficientes para todos los invitados...— dijo Lia mientras tomada un bocado de carne.

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