De pequeña solía pensar que la muerte solo era para personas mayores o personas muy enfermas, pero con el tiempo fui aprendiendo que no siempre es así...
Ahora me encontraba sentada sobre el asiento trasero de la patrulla, rodeada con una toalla que los policías me habían entregado minutos atrás. Mi mirada estaba perdida, miraba al frente, podía notar las luces rojas y azules emitidas por las sirenas de las patrullas, podía notar a gente acercándose y caminando de un lugar a otro, pero... todo parecía un sueño.
Todo parecía ser parte de una escena de las tantas series de terror que veía con él.
Jay...
Mis ojos vuelven a arder y mis mejillas a humedecerse. Aún no lo podía creer. Todo fue tan rápido, que apenas puedo recordarlo; yo llegando, caminando por el camino de velas, abriendo la puerta de su habitación y verlo ahí... salí corriendo pidiendo ayuda y después, llegaron las patrullas y ambulancias.
La puerta trasera del coche se abre y al voltear me encuentro con un hombre serio y preocupado, como nunca lo suele ser. Su cabello rubio desordenado y sus ojos azules parecen cansados, al parecer, mi padrino tuvo que venir a ayudarme.
―Puedes salir Edén, tus padres han llegado ―él me ayuda a salir de ahí y me guía hasta ellos.
Mi primera acción es correr a ellos y abrazarlos con fuerza, mientras lágrimas salen de mí sin compasión.
―¿Qué fue lo que paso exactamente? ―mi padre le pregunta a mi padrino.
―Ven cariño ―mi madre me aparta de ellos y me lleva a unos metros de distancia―. Mírame, ¿estás bien? ―su dulce voz me da un poco de consuelo, pero no el suficiente para calmarme.
―Lo mataron... ―logro susurrar entre sollozos.
Mi madre asiente y me vuelve a abrazar con fuerza sin dejar que me derrumbe.
El tiempo pasa y no soy consciente de ello hasta que una mujer vestida como detective se acerca a nosotras y antes de preguntar cualquier cosa, nos sonríe con amabilidad.
―Hola ―nos saluda mientras nos muestra su placa policial―. Soy la detective Hans y me gustaría hacerte un par de preguntas Edén.
Mi cuerpo se tensa y antes de que me dé tiempo de decir algo, mi madre se opone.
―Ella no contestará nada sin la presencia de su abogado, detective Hans.
―Solo son un par de preguntas, pero está bien. Si así lo desea... ―la detective es interrumpida por mi padrino.
―Hola, soy el abogado de la señorita Edén ―él la saluda con un saludo de manos y una sonrisa―. Antes de proceder con las preguntas me gustaría hablar con usted un momento.
A la detective Hans no le queda otra opción más que aceptar y hablar con él, así que mientras ellos conversan, mi padre nos lleva al auto. Entro y cuando mi madre está por entrar conmigo, él la detiene.
―Casey, tenemos que hablar ―mi madre regresa con mi padre, no sin antes darme un beso en la frente y recordarme lo mucho que me quiere.
Ambos se van y yo me quedo sola en el auto. Ahora mis recuerdos se vuelven más nítidos y pienso que la persona que hizo esto tuvo que haber sido alguien que nos odia... La persona que asesino a sangre fría a Jay, tuvo que haber sido un psicópata, un maldito que siempre nos quiso arruinar la vida, un ser lleno de ira y celos...
Alex.
Volteo y veo a través de la ventana del auto a su padre, mi padrino.
Si mi padrino está defendiéndome a mí, que soy su ahijada, ¿qué cosa no haría por su hijo?
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REINA OSCURA ¿Dónde te escondes? ✔️
Mystery / ThrillerEdén vivía en un mundo de ensueño, convencida de que nada podría destruir su felicidad. Sin embargo, pronto descubriría lo equivocada que estaba. ¿Quién podría haber imaginado que una sola persona sería capaz de desencadenar tantas desgracias en su...