REINA OSCURA ¿Dónde te escondes? ✔️

🔺20. MISMA OSCURIDAD E INTELIGENCIA🔻

Me quedo en silencio sintiendo un escalofrío recorrer mi cuerpo. Veo su rostro y frunzo ligeramente las cejas al ver que ella es mucho mayor que mi padre.

Más que ser su hermana, parece ser su madre...

― ¿Usted es Rosalind? ―le pregunto con duda, pero ella sonríe.

Su sonrisa es amarga, fingida.

―No. Pero la conocí tan bien como conozco a tus padres.

Frunzo las cejas, más confundida que antes.

―Entonces, ¿quién es usted?

Ella vuelve a sonreír.

―No importa quién soy, sino, en lo que te puedo ayudar.

—¿Por qué haría eso? —susurro mirándola a los ojos. Ella, aun manteniendo su sonrisa, me señala la silla que se encuentra a mi lado, ofreciéndome asiento.

―Si conseguiste venir hasta acá para ver a Rosalind, es porque ya descubriste la verdad, ¿no?

―Justamente por eso vine, porque quiero la verdad y creo que usted la conoce. ¿Me la dirá?

La mujer deja de sonreír y baja la mirada a sus pies.

― ¿Quién más sabe que estás aquí? ―pregunta mirándome nuevamente.

Desvió la mirada hacia Lucy, quien continúa parada detrás de la mujer. Ella sigue mi mirada y voltea a ver a mi amiga.

― ¿Lucy? ―susurra la señora, viéndola con admiración.

Lucy frunce las cejas y me ve pidiéndome una explicación. Seguramente piensa que yo le he hablado de ella.

― ¿Cómo sabe mi nombre? ―le pregunta mi amiga, pero la señora, en lugar de responderle, se levanta y queda frente a ella.

―Estás muy grande ―sonríe con nostalgia―. Tienes sus pecas... ―ella intenta tocar la cara de Lucy, pero Lucy da un paso atrás y niega con la cabeza.

― ¿Quién es usted? ¿Cómo nos conoce?

La señora baja las manos y decide responder.

―Tú eras una bebé, solo te tuve en mis brazos una vez. Siéntate, tengo que advertirles de algo.

Lucy y yo compartimos una mirada y nos sentamos frente a la mujer.

― ¿De qué nos tiene que advertir? ―le pregunto con curiosidad.

―No están a salvo.

Mi amiga y yo nos volvemos a dar otra mirada, sin entender nada.

―Que él haya muerto, no significa que la oscuridad también.

―No entiendo, ¿de qué habla? ―le vuelvo a preguntar.

―Quiere venganza. Quiere que paguen por lo que les hicieron a sus padres. Quiere ver a todos muertos...

Mi corazón comienza a latir rápidamente, no entiendo nada, pero tengo miedo.

―Edén ―Lucy me toma de la mano―. No le creas, ella no está bien mentalmente ―susurra.

―Que me encuentre en un psiquiátrico no significa que esté loca ―responde la mujer―. A veces es más seguro encontrarse aislada de la sociedad, que en encontrarse entre ella.

Ambas nos quedamos en silencio.

―Entonces porque no es clara con nosotras y nos dice la verdad, ¿quién es usted? ―dice mi amiga.

―Si te digo quién soy en realidad, Lucy. Arruinaré tu vida ―susurra la señora haciendo que mi amiga se moleste.

―Vámonos de aquí Edén. Ahora ―ella se levanta, pero yo la tomo del brazo.