🔺33. QUÉDATE CONMIGO🔻

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Alex

Después de que nos dejarán entrar a la clínica, que más bien parecía una gran mansión, pude ver la cantidad de médicos y pacientes que se encontraban presentes en todo el jardín. Cada médico, vestido al igual que Edén y yo, tomaba la presión y evaluaba al paciente sentado frente a él.

Edén veía a su alrededor, seguramente en busca de la señora que sabía la verdad de todo.

― ¿Los puedo ayudar? ―se acercó una enfermera y nos preguntó viéndonos a ambos.

Edén y yo nos dimos una mirada y supimos que ese momento era el ideal para comenzar a ejecutar nuestro plan.

―Hola, buenas tardes. Vengo con la paciente catalogada bajo este código ―Edén le extendió la hoja a la enfermera y espero a que ella lo leyera.

― ¿Usted es su doctora? ―pregunto la enfermera mientras fruncía las cejas, seguramente sorprendida al ver que "la doctora" era muy joven.

―Así es, hubo un cambio de último momento que seguramente ya se lo notificaron al correo de esta institución. Por ahora, me encargaré de evaluar el estado de salud de la paciente, ¿puedo?

Me sorprendió la seguridad y la firmeza que tenía Edén al hablar. Ella sabía muy bien lo que hacía.

La enfermera no se detuvo a confirmar el correo y con gentileza se ofreció a acompañar a Edén hasta donde se encontraba nuestro objetivo.

Edén me dio una última mirada y me ofreció una sonrisa de boca cerrada antes de acompañar a la enfermera y obtener respuestas.

Mientras veía como se marchaba, pensé en lo que le había dicho hace unos momentos... y era la verdad, yo ya no quería sentir esa gran desilusión amorosa.

Desde que tengo memoria, siempre he estado enamorado de ella, sin embargo, cuando me atreví a confesarle mi amor, ella se burló de mí y esa fue mi primera decepción. Después de que mis primos le hicieron esa broma pesada y ella creyera que yo era el autor de eso, dejo de hablarme por completo, me negó como amigo e ignoro mi existencia, esa fue la segunda decepción. Luego de la muerte de Jaymes y de que me enterara de que Edén siempre tuvo en mente que yo era el asesino, fue la tercera decepción. Después siguieron más y más; la desconfianza, las mentiras, las veces en que me uso para su beneficio... Yo ya no estaba dispuesto a sentir esa dolorosa sensación en el pecho, ya no estaba dispuesto a sufrir más...

En medio de mis pensamientos, el sonido de mi celular notificando un nuevo mensaje hizo que me distrajera un momento. Abrí el mensaje pensando que se trataba de Edén, pero no, era de un número privado.

Número privado: La bomba explota cuando la puerta se abre y eso, ella lo hará

Mis cejas se fruncen y mis sentidos se ponen en alerta al comprender aquel mensaje... Edén.

Con mis latidos golpeando fuertemente contra mi pecho, corro en dirección a Edén para detenerla a tiempo, sin embargo, al entrar a la clínica, veo como las puertas del elevador en el que ella se encuentra, se cierran.

― ¡Edén! ―grito, pero eso no detiene al elevador ascender hasta el cuarto piso.

― ¿Necesita ayuda? ―un enfermero del lugar se acerca a mí y yo aprovecho para informarle:

―Hay una amenaza de bomba, tiene que sacar a todos de aquí ―digo tratando de no sonar alterado. El hombre mayor me ve extraño, como si yo estuviese loco.

―Eso es imposible, no puede...

― ¿Cómo puedo llegar al cuarto piso sin esperar al elevador? ―cambio el tema sabiendo que no me queda mucho tiempo antes de que Edén habrá esa puerta.

REINA OSCURA ¿Dónde te escondes? ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora