REINA OSCURA ¿Dónde te escondes? ✔️

🔺23. NUEVOS NIÑEROS🔻

«TEN CUIDADO A QUIEN LE CONFÍAS TUS SECRETOS. LA SOMBRA TAMBIÉN TRAICIONA

Reina Oscura»

Leo el mensaje por tercera vez. Hoy me he encontrado con una nueva nota dentro de mi casillero.

¿Quién eres? Pienso y veo a mi alrededor tratando de encontrar al posible sospechoso, sin embargo, es imposible. Todos los estudiantes están caminando de un lado a otro, ajenos de mi situación.

Cierro mi casillero y me sorprendo al ver a Alex enfrente.

― ¿Cómo estás? ―susurra mientras recarga su cabeza sobre el casillero de mi derecha.

―Bien ―digo ocultando la nota en los bolsillos de mi jean.

― ¿Qué paso con Paúl?

―Ya todo está en orden ―sonrío sin ganas y él asiente lentamente.

Veo que a unos metros de distancia hay dos hombres uniformados al estilo de FBI, ambos nos observan.

Alex sigue mi mirada y suspira lleno de frustración.

― ¿Quiénes son ellos? ―le pregunto sin dejar de ver al par de hombres.

―Niñeros que contrato mi madre ―dice volteando los ojos.

Frunzo las cejas y finalmente entiendo a qué se refiere.

― ¿Guardaespaldas?

―Sí, después de que ella se enteró de lo ocurrido, decidió ponerme guaruras para que me defendieran en caso de que el señor Thompson, padre de Arturo, se atreviera a hacer algo en mí contra.

―Pero tú no mataste a su hijo ―susurro para que solo él me escuche.

―Lo sé, pero él no. Así que, a sus ojos, yo soy el asesino y cómo mi padre está haciendo todo lo posible por ganar el caso, seguramente Thompson no se quedará con los brazos cruzados.

Bajo la mirada, sintiendo culpa al ver que Alex tenga que lidiar con algo que no cometió.

―Pero está bien ―dice tomando mi barbilla y haciendo que lo vea a los ojos―. Quien nada debe, nada teme.

Ambos sonreímos.

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Al entrar a la clase de literatura, Mauro me da una amable sonrisa, yo se la regreso y veo como Vicky nos observa con molestia. Al parecer sigue enojada conmigo.

La clase transcurre sin problema alguno, yo ya no soy víctima de sus preguntas ni humillaciones, cosa que agradezco.

Salimos de clase y trato de acercarme a Vicky con la escusa perfecta: el cumpleaños de Lucy.

― ¡Vi! ―le sujeto el brazo y ella voltea de mala gana.

― ¿Qué? ―su voz, efectivamente, suena molesta.

― ¿Tienes tiempo para que nos organicemos para el cumpleaños de Lucy? ―le pregunto con una sonrisa y ella tarda en asentir, pero lo hace.

Ambas nos dirigimos al comedor y mientras Lucy llega, nos organizamos para planearle una fiesta sorpresa. Vicky deja su molestia atrás y sonríe al imaginar el evento, cosa que me hace feliz.

―Todo comenzará a las ocho en punto, tú y Alex la llevarán al cine y cuando regresen a la casa, todos la sorprenderemos. Yo me encargo de la bebida, obviamente, tú de la decoración y Denisse de la música. Le diré a mamá que...