🔺72. EL ADIÓS🔻

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Edén

Un sonido rítmico y molesto hace que recupere la consciencia. Abro los ojos con dificultad y lo primero que veo es la claridad del techo blanco, volteo a mi lado derecho y me encuentro con el autor de mi despertar: el monitor de signos vitales. Veo a mi alrededor y sé que estoy en un cuarto de hospital, puedo sentir y escuchar los latidos de mi corazón ir más rápidos, ya que el miedo me recorre por completo.

¿Qué fue lo que paso?

Lo último que recuerdo es la mirada furiosa de Rosio, ella estaba a punto de dispararle a Alex, pero yo me interpuse por él...

¿Cómo está Alex? ¿Mi padre? ¿Paúl?

Escucho que alguien entra a la habitación y veo que se trata del médico. Él pregunta por mí y yo le respondo. Después de evaluarme y hacerme un diagnóstico general, yo le pido ver a mi familia, incluyendo a Alex y a mis amigas. Necesito verlos a todos, verificar que todos están bien...

Minutos más tarde, mientras espero contemplando el techo, escucho que la puerta de la habitación vuelve a abrirse y veo que se trata de Alex. Él me observa con una sonrisa nostálgica y camina hasta estar a mi lado, yo lo veo con lágrimas en los ojos e intento enderezarme sobre la camilla para poder abrazarlo, sin embargo, al hacerlo, un dolor aparece en mi vientre.

―No... ―Alex me acuesta con delicadeza―. No te lastimes ―dice, viéndome con preocupación―. Edén... ―sonríe mientras una lágrima baja por su mejilla.

―Estoy bien ―susurro―. Estamos bien ―tomo su mano y la sujeto con fuerza.

―Tú no eras la que tenía que estar aquí, en esta camilla, sino yo, esa bala no era para ti. ¿Por qué lo hiciste?

―No quería perderte ―susurro―. Cuando vi que Rosio estaba dispuesta a matarte, no lo pensé mucho y me interpuse... estaba y estoy lista para dar mi vida por ti ―sonrío al escuchar mis propias palabras―. Qué ilógico, hace unos meses pensaba que quería matarte y ahora, doy mi vida por ti.

Alex sonríe, negando con la cabeza. Él se inclina a mí y me besa los labios con delicadeza. Subo mis manos a su cuello e intensifico nuestro beso, sabiendo cuanto necesitaba esto, necesitaba sentir sus labios presionando los míos, necesitaba probarlos y sentirme segura en ellos.

― ¿Cómo están todos? ―pregunto al separarme de él―. ¿Qué paso con Rosio?

―Ella está en operación ―dice, tensando la mandíbula―. Si llega a sobrevivir, le esperan muchos años en prisión.

―Mi padre le disparo... lo recuerdo ―susurro con la mirada perdida.

―Sí, tu padre lo hizo. Pero no te preocupes, la agente Gil lo vio todo y sabe que fue en defensa propia, así que no procederá a levantar ningún cargo en su contra.

Asiento lentamente.

― ¿Qué hay de los demás? ―pregunto, preocupada.

―Lucy despertó hace unas horas, ella y Vicky están bien ―dice con una sonrisa a medias―. Tu madre tuvo un parto prematuro y ahora se encuentra con tu padre.

― ¿Cómo salió todo? ―digo con temor en la respuesta―. ¿Todo está bien?

―Tus padres están bien, al igual que tu hermanito. Él, al igual que tú, es todo un valiente ―sonríe, pero no por completo. Hay algo que me oculta.

― ¿Estás seguro?

―Sí ―asiente con esa sonrisa a medias.

― ¿Cómo está Paúl? ―pregunto, pero al ver que Alex vuelve a tensarse, sé que la respuesta no me gustará...

REINA OSCURA ¿Dónde te escondes? ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora