De todas las cosas que no creí que me fueran a pasar (o en este caso, que me vuelvan a pasar) esta es la más irreal, pero, aquí estoy frente a Daniel hablándole de mis inseguridades y frustraciones.No sé qué hacer ahora.
Suelto su mano rápidamente, no me había dado cuenta que aún la sostenía.
Tener empatía da miedo.
¿Ahora qué? ¿Me hago amiga de mi bully?
Esa es la estupidez más grande que he pensado. No puedo olvidarlo así como si nada hubiera pasado. No me olvido de mis lágrimas derramadas, de sus comentarios hirientes, de tener que soportar sus insultos y no solo a mí sino también a mis amigas.
He estado presente cada vez que Daniel y sus amigos se burlan de ellas y de mí. Cada vez que han llamado a Ariana mantenida o colgada, cada vez que invalidan la sexualidad de Jenna llamándola "lesbiana". Y me llena de tanta impotencia escucharlo hablar así, sentir mi mente colapsar, me dan ganas de saltar sobre él y golpearlo, pero no puedo.
No he querido continuar hablando, me siento muy vulnerable en esta situación, sé que él también pero en este momento prefiero ser egoísta y solo pensar en mí. Quiero terminar esta conversación y huir lo más lejos posible.
—Lo que quiero decir es que —ya hasta se me ha olvidado lo que quiero decir— no me gustaba que me trataran como alguien débil o inútil solo por estar enferma o que me miraran con ojos de lastima, no le hagas creer a tu papá que esto es el fin del mundo.
—Tienes razón —intenta tomar mi mano otra vez pero me levanto de inmediato— gracias por todo y —sus palabras fueron interrumpidas por la campana del colegio, se ha acabado el receso.
"salvada por la campana".
—Yo ya debería irme —le digo apresurada— mis amigas me esperan —tomo mi mochila y mi tanque (que he vuelto a usar) para irme.
Al dar un primer paso para irme Daniel vuelve a hablar.
—¡Oye! Tenemos las mismas clases —dijo con obviedad—, vamos juntos. Antes de poder negarme él ya estaba a mi lado —yo tomo esto — me quita la mochila y se la cuelga del hombro con la suya del otro lado y comenzó a caminar de regreso como si nada.
Entrar al salón de clases con Daniel justo detrás de mí está oficialmente dentro de mi top cinco momentos más vergonzosos de toda mi vida, y que encima —como la cereza del pastel— que lleve mi mochila lo hace mucho peor.
•
—¿Ya nos vas a contar? —pregunta Aria por décima vez.
Estamos en la entrada del instituto esperando que los chicos pasen a buscarnos.
—Lo siento pero no, no puedo.
—Pero ¿y esto qué es? Solo te bastó hablar con él quince minutos y ya hasta tienen un pacto de confidencialidad.
—No es eso —le digo frustrada.
—Pues explícamelo porque yo la verdad que no lo entiendo. —me habla subiendo su tono de voz, no al punto de gritar pero cerca.
—Ey basta, no hay que pelear por esto —se mete Jenna a la discusión— si Maya no quiere hablar no debes obligarla.
—Estamos hablando de Daniel —se defiende remarcando el nombre—, yo solo estoy preocupada por ella ¿Qué no la ves? Ha estado ida desde que volvió del receso. Lo que sea que le haya dicho le ha afectado.
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MAYA [en corrección]
Teen FictionHola soy Maya Han y tengo cáncer, específicamente pulmonar, he vivido con el desde los doce y en lo que cabe intento ser normal. Al principio fue difícil, los demás juzgan y lastiman sin saber que lo hacen, y llevar un tanque de oxígeno a rastras ll...