Tras su muerte, el abuelo Lee dejó su herencia para uno de sus cuatro nietos mayores. El único requisito es que tendrán que dejar la casa de los padres e irse a vivir a la mansión del anciano por un año, y claro, tendrá que fingir estar en una relac...
Jeno estiró sus músculos mientras cambiaba toda su ropa a la habitación de Jaemin. Na seguía viendo con nerviosismo al boxeador.
—Tú no tienes sillón como Donghyuck. —Dijo de repente Kim observando cuidadosamente cada espacio.
—¿A qué te refieres? —Cuestionó Jaemin levantando la ceja.
—Qué Donghyuck me hizo dormir en un sillón durante tres semanas. ¿Dónde dormiré? —Dijo sin mucha emoción.
—En mi cama, por supuesto. —Dijo Jaemin. —Bueno, si no te incomoda.
Jaemin se veía nervioso, no era de extrañar, desde que había visto al boxeador sinceramente había caído ante el físico de éste, tratando de encontrar conversación cuando iban o venían de la escuela, iban a sesiones fotográficas de Nana o cuando hacían de comer, Jaemin se había dado cuenta de que había caído completamente por Jeno. Le gustaba como persona también.
—No me incomoda, ¿Pero está bien? —Preguntó Jeno. —Al final sigues siendo mi jefe.
—No tengo problema, podemos compartir. —Jaemin sonrió con timidez. —Yangyang patea, espero que tú no o siento que me dolerá.
Jaemin hizo una pequeña muequita que a Jeno le pareció muy adorable. Él también apreciaba al chico.
—Jaemin, tengo algo que decirte. —La voz de Jeno cambió rápidamente a un tono serio que a Jaemin espantó, tenía miedo de que Jeno quisiera irse o a sincerarse o a decirle algo que lo rechazara, hasta sonaba paranoico.
—¿Qué pasó? —Cuestionó Na frunciendo los labios.
—Antes de que me contrataras. —Jeno guardó silencio. —Yo ya tenía algunas peleas que me pagaron por adelantado. Tengo una programada para el próximo viernes y no puedo faltar... Solo quería avisarte.
—Oh, no te preocupes Jeno, comprendo que tienes tu vida. —Jaemin sintió alivio cuando le dijeron esas palabras. —¿Quieres que vaya a apoyarte?
Kim abrió los ojos sorprendido, realmente le decía a Jaemin porque tenía que "perder" la próxima pelea, y no quería que le cuestionaran los golpes y moretones que tendría en el rostro y el resto del cuerpo, por eso le avisaba. Lo que menos pensó es que Jaemin se mostrara tan tranquilo con la idea.
—¿Quieres ir? —Cuestionó Jeno un poco confundido.
—Claro, digo, te conocí en ese lugar, ¿Te molesta si quiero acompañarte? —Preguntó.
—No, solo, es que fuiste con tus amigos y no quiero que vayas a esos lugares. —Jeno rascó su cabeza con nerviosismo.
—Oh, tengo un guardaespaldas que se preocupa por mí. —Dijo Jaemin con fingida emoción sonando casi enternecido.
—O un novio falso que se toma muy en serio su papel. —Kim le sonrió a Jaemin y éste pareció dejar de respirar. —Pero sí me gustaría que fueras, es la última pelea que tengo antes de retirarme, sería genial que estuvieras allí.
Jaemin sintió calidez en su corazón, estaba feliz de haberle hecho caso a Ten e invitar a Jeno a formar parte de su vida, aunque solo fuera durante un año.
Na buscó su pijama y vio cómo su celular vibraba, observó con resentimiento el número de quién marcaba y simplemente puso su teléfono en modo avión. Entró al baño y se metió a bañar. Necesitaba relajarse, quería disfrutar un poco de su vida, quería ser un joven normal, no el hijo de una super estrella, no un actor novato, no un chico gay enamorado de su guardaespaldas.
Su vida daba asco.
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