Capítulo XXXIV

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Mientras, Jisung esperaba afuera, escuchó un sonido raro, provenía de la habitación del señor Minho y, con un poco de nervios, fue a ver, abrió la puerta y vio algo que lo sorprendió mucho.

Se supone que solo iba a dar un vistazo, porque la música que venía dentro de la habitación ya la había oído antes, pertenecía a Jeno. Con cuidado entró a la habitación que anteriormente perteneció a su abuelo pero donde Minho se quedaba, entonces las vio. 

La cama estaba llena de cartas, Jisung se acercó con cuidad y observó, todas tenían la letra de su abuelo Taemin y la mayoría estaban dirigidas a su tía Victoria. Excepto una, una que venía en el mismo tipo de sobre que le habían dado a sus primos y a él.

Jisung la tomó entre sus manos. Esa no tenía destinatario, así que simplemente la sacó y empezó a leer.

"El terapeuta debe estar loco, saqué mi frustración por medio de cartas, dijo que eran para las personas importantes, y creo que sería un ingrato si me faltaras tú. Te amo, dios, no sabes cuánto te amo y lo agradecido de que estés en mi vida, Vic sería la más feliz si supiera que te amo; Baekhyun se sorprendería, pero sé que estaría de acuerdo, algún día quiero tener el valor de decirles lo mucho que significas para mí... Sé quieres guardar el secreto, también me gustaría hacerlo, ¿Pero crees que sea correcto?  En algún momento me gustaría vivir con libertad, supongo que podríamos ocultarlo por unos años más, pero jamás quiero hacerte sentir que vales menos", porque no lo haces y jamás lo harías."

Jisung dejó de leer porque el sonido volvió a emitirse. Observó la habitación y junto a la ventana encontró el motivo, era un celular de Jeno. Kim estaba esperando una llamada por días, cuando Jisung se acercó vio el nombre del remitente y frunció sus labios.

"Doyoung".

Jisung no podía contestar, su maestro lo descubriría de inmediato. Dejó que sonara y cuando iba a salir para llamar a Jeno, encontró al señor Minho, Minho oyó el celular y le dijo a Jisung que trajera a Jeno. Choi entró a su habitación. Tomó el celular y contestó.

Hola. —Habló con una voz seria.

¿Jeno? —Cuestionó la otra voz, sentía que ya había oído ese tono antes o quizá ya se imaginaba cosas por la edad.

Minho empezó a guardar las cartas que había en su cama, hasta que vio una de ellas abierta. Jisung seguramente la había leído. Tendría que pedirle su ayuda eventualmente.

Me temo que no, no hay buena señal en donde estamos, en un momento contestará.

Uh, gracias, ¿Usted es su jefe? —Cuestionó Doyoung con duda, él nunca había conocido al hombre del que Jeno era chófer, así que creyó lo más factible. —Porque es necesario que mi hermano regrese a la ciudad cuanto antes.

Jeno entró corriendo en la habitación de Minho junto con Jisung. Minho le dio el teléfono sin pensar mucho.

¡Doyoung! —Jeno gritó en cuanto tomó el celular. —¿Qué pasó? ¿Cómo está papá? ¿Pasó algo? ¿Él está bien?

No, Jeno. Él se puso muy mal, demasiado mal, los doctores no le dan más que esta noche, te necesito aquí conmigo. Por favor. Habla con tu jefe, es necesario que estés aquí ya.

Jeno soltó un bufido y las lágrimas empezaron a caer por sus ojos. El silencio en la habitación era tan grande que lo que había dicho Doyoung se había escuchado. Jisung y Minho solo se quedaron callados. Ellos sabían bien qué significaba perder a alguien que amaban y nunca se está listo para recibir esas noticias.

Jeno colgó.

—¿Qué estás esperando? Ve por tus cosas y por las de Jaemin, tomen un auto y vayan a la ciudad. —Mencionó Minho casi como un reclamo, jamás pondría la actividad antes que la vida o salud de los involucrados.

Heirs (JT, MH, NM, DT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora