Tras su muerte, el abuelo Lee dejó su herencia para uno de sus cuatro nietos mayores. El único requisito es que tendrán que dejar la casa de los padres e irse a vivir a la mansión del anciano por un año, y claro, tendrá que fingir estar en una relac...
ADVERTENCIA: Este capítulo contiene "lime", contenido sensual. (->)
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Heechul no quería que se velara su cuerpo, decía que era dejar más sufrimiento para sus hijos, quienes ya habían sufrido mucho cuidando a un viejo como para que gente falsa fuera a dar su pésame. Heechul no quería extraños. Había pedido mejor que lo enterraran con su esposa lo más rápido que pudieran. Dijo que la extrañaba mucho y que ya la quería ver.
El entierro fue al día siguiente. Jaemin y Jeno se habían encargado todo en la funeraria. Taeyong y Doyoung habían estado en el hospital.
Pese a que Doyoung y Taeyong sabían que los Kim eran hermanos, no tocaron el tema, ni tampoco se encontraron con los menores. Jaemin se encargaba de avisar dónde y qué hacía a Taeyong, por eso no tenía problema, tampoco quería encontrárselos ahora.
De hecho, con esa idea presente, Doyoung le pidió a Taeyong que no fuera al sepelio, no quería que viera a Jaemin y a Jeno y pensara que él se había acercado con alguna intensión oculta. Taeyong aceptó, pero estuvo presente viendo a lo lejos, vio cómo el féretro de Heechul era enterrado, Taeyong estuvo en su automóvil viéndolos, no había duda, Doyoung y Jeno si eran hermanos.
Taeyong simplemente llamó a Minho la tarde anterior para dar la noticia del padre de Jeno, no dijo nada más. La mayoría de los primos y sus novios solo enviaron el pésame a Jeno, ya se comunicarían con él más tarde.
Jaemin no soltó ni un segundo a Jeno, siempre estuvo detrás de él dándole comida, agua, apoyo o lo que fuera que necesitara. Era un novio maravilloso.
—¿Qué harás? —Preguntó Jeno viendo a su hermano con la preocupación acumulada en los ojos.
—No sé, ¿Ustedes qué harán? —Mencionó Doyoung mientras sentía la ligera lluvia sobre él.
Toda esa semana había sido lluviosa, odiaba la lluvia cuando hacía que la atmósfera se sintiera más nostálgica y deprimente, Doyoung y Jeno necesitaban que saliera el sol en sus vidas.
—Vamos a comer, ¿Quieres venir con nosotros? —Cuestionó Jeno.
—No, quiero ir a dormir a casa, tengo mucha ropa que lavar para volver a clases. —Mientras Doyoung hablaba seguía sollozando. Miró a Jeno y le sonrió. —Creciste. Recuerdo que eras pequeño y no sabías nada de la vida, ahora eres más alto que yo y...
Jeno tomó de la mano a su hermano y lo miró.
—Doyoung, sabíamos que esto iba a pasar. —Le dijo sin despegar la mirada de su hermano mayor. —Jaemin y yo nos quedaremos en casa de Jaemin, ¿Quieres venir con nosotros? Estaremos allí uno o dos días y luego nos iremos a la casa del abuelo de Jaemin. Allí es donde estoy viviendo.
—No puedo.
—No hay problema, puedes estar con nosotros una semana, es cuestión de que hable con mi tío. —Mencionó Jaemin. —Él seguramente comprenderá.
