Heirs (JT, MH, NM, DT)

Capítulo XX

Realmente odió a la madre de Donghyuck. Mark estaba harto de oírla. Los padres de Donghyuck y Renjun comían separados, no sabía bien por qué no se habían divorciado si el señor Jongin engañaba a su esposa, pero podía asegurar que había muchos millones y estatus social involucrado.

La cena se había basado en "¿Johnny cómo va?", "¿Por qué crees que él va a heredar la compañía?" "Johnny esto, Johnny aquello". Mark había tenido ganas de decirle a la señora que se callara, que Johnny no era tan maravilloso, que Donghyuck era más increíble, pero se reprimió por el asco en la mirada de la señora Jennie.

El señor Jongin por su parte, era horrible, le hizo comentarios un poco sexistas a Donghyuck, era obvio que no le gustaba que su primogénito fuera catalogado por gay, y también se notaba el enojo en la mirada cuando veía a Mark.

Fue una cena terrible.

Así que estuvo muy agradecido cuando se acabó, se despidieron con mucho entusiasmo y salieron de esa casa de locos. Mark ya tenía un plan infalible para esa noche.

—¿Vamos al hotel? —Preguntó Donghyuck mientras subía al asiento del copiloto del auto que Mark se había adueñado.

—Aún no, me gustaría llevarte a otro lugar. —Mencionó el canadiense. —Quiero mostrarte un poco de mí. ¿Te gustaría?

La mirada de Donghyuck se llenó de un brillo especial. Le gustaba que le prestaran atención, que lo miraran, que se dirigieran a él como un ser independiente.

—Sí.

Mark condujo, condujo por muchas horas. Incluso por un camino de terracería a otra ciudad. Donghyuck no tenía miedo, podría acompañar a Mark a donde fuera, porque de verdad estaba enamorado de él.

Llegaron a unas instalaciones abandonadas de lo que parecía ser el antiguo autódromo. Habían construido uno mejor cerca del aeropuerto de la ciudad y ese había quedado olvidado.

—¿Qué estamos haciendo aquí? —Preguntó el Lee menor.

—Observa. —Mark rodeó el estacionamiento del lugar hasta bajar por una rampa y estacionar su auto. Había más allí abajo, así que Lee descartó la idea de que estuviera abandonado. Guardó silencio y siguió a Mark.

Cuando bajaron del auto subieron unas enormes escaleras. Allí había unas cuentas personas.

—Vaya, vaya, al parecer "Sunny" regresó. —Uno de los hombres mencionó eso. Los demás levantaron la mirada, intrigados por el apodo.

La mayoría de los ojos se posaron en Mark.

—¡Sunny! —Exclamaron bastantes y se acercaron. —¿Dónde estabas? ¿Vas a competir el próximo mes?

—No lo sé, aún no he pensado ni mandado inscripción. —Sonrió.

Cuando las personas se retiraron, un chico muy guapo y con sonrisa coqueta caminó hacia él, su dentadura era bonita, su cabello despeinado y rebelde, pero su seriedad impecable.

—Pensé que te había dado miedo aparecer por aquí. —Soltó divertido.

Mark solo se rio, Donghyuck sabía que esa sonrisa la ponía cuando estaba analizando algo o a punto de herir con un comentario.

—¿Miedo? ¿De qué? ¿Debería tenerlo? —Cuestionó.

—Yo que tú lo tendría. ¿Cambiaste de dueño? —El chico miró a Donghyuck y levantó la ceja. —¿Éste también te paga todos tus caprichos?

—Sí, y coge demasiado bien. —Mark frunció el ceño y presumió con sensualidad. Estaba provocando al otro sujeto.

Donghyuck sintió un poco de celos por la forma en la que ese joven se movía alrededor de Mark, y era cierto, Donghyuck no conocía a los amigos o gente cercana a su pareja, ahora tenía un poco de envidia y miedo.