Capítulo XXXI

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—Acompáñame, por favor. —Pidió Jisung a Mark con una carita de hámster asustado, era imposible decirle que no.

Mark observó su reloj. Eran cerca de las tres de la mañana, la lluvia no había parado, los relámpagos se veían y los truenos se escuchaban. Después de comer y jugar un rato esa tarde, los primos y los novios ya se habían ido a dormir. La luz había regresado y no se había "ido" de nuevo, pero Jisung sentía miedo y quería ver a su papá.

—No quiero salir. —Mencionó el canadiense observando la puerta. —¿Qué tal si aparece la niña?

—Por eso no quiero ir solo, eres el único que está despierto, y el sonido de las cadenas me está asustando. —Jisung hizo una cara de hámster miedoso y luego rio. —¿Vamos?

Mark se levantó de su cama, verificó que todos los demás durmieran y luego ambos salieron de la habitación y se dirigieron a aquel lugar.

Jisung tocó la puerta que se mantenía cerrada, era de madera vieja, pero aun así era sólida y resistente. Con todo el pesar del mundo, después de "mil años", la puerta fue abierta. Taeyong se talló los ojos y observó la imagen, Mark y Jisung en pijama parados en el marco de la puerta.

—Tenía miedo, ¿Puedo dormir contigo? —Preguntó Jisung observando a su padre.

—Sí, claro. —Dijo Taeyong. —¿Pasó algo?

Mark negó con la cabeza, ambos entraron a la habitación y pudieron ver que, por sus toquidos, la mayoría de los "primos" estaban despiertos y esperaban una respuesta.

—Me asustaron las cadenas. En nuestra habitación se siente mucho frío. —Mencionó Jisung con una mueca de miedo.

—Sí, suena como si alguien arrastrara las camas también. —Dijo el canadiense cruzado de brazos y luego bostezando. —Bueno, regresaré a la habitación, cumplí mi deber al traerte, ahora que estás a salvo, regresaré...

—¡Espera! —Esta vez fue la voz de Chenle la que interrumpió. —¿Por qué no te quedas aquí? —Preguntó frunciendo los labios.

—Porque mi cama está allá abajo. —Mencionó Mark como si fuera lo más obvio.

—Quédate conmigo. —Mencionó Chenle abrazando su almohada. —Te puedo hacer un espacio, pero no te vayas, ¿Qué tal si el fantasma está en algún lugar esperando por ti? —mencionó Zhong con preocupación en sus ojitos recién abiertos.

—Estaré bien. Soy un adulto sin miedo. —Comentó Mark con una sonrisa. Era preferible tenerle más miedo a los vivos que a los muertos.

—Solo dejen dormir ¿Sí? —Mencionó Johnny girándose en su colchón y tratando de conciliar el sueño de nuevo.

Chenle se levantó de su cama y tomó la mano de Mark, no le importó mucho si Jisung o su tío veían aquella escena, pero Chenle en verdad se veía preocupado.

—No te vayas, quédate conmigo. —Zhong susurró. —De verdad no quiero que mueras, no, no quiero que te pase nada ¿sí?

¿Por qué hasta qué punto Chenle temía perder a los que amaba?

Mark soltó una risa, pero sintió sus ojos cristalizarse, ¿imagina la desesperación de un niño que no tiene padres, que perdió a su abuelo y a su tío recientemente, y que ahora tiene miedo de perder a un amigo porque hay un "fantasma" en la casa?

Mark acarició el cabello de Chenle y besó su frente.

—Bien, dormiré contigo, pero si te abrazo no te quejarás. —Mark amenazó.

—No, no. —Chenle se subió a la cama y le dejó un enorme espacio a Mark. Taeyong sonrió con la escena y pidió que todos se fueran a dormir otra vez, mientras él apagaba la luz, se subía a su cama y abrazaba a su hijo.

Heirs (JT, MH, NM, DT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora