Tras su muerte, el abuelo Lee dejó su herencia para uno de sus cuatro nietos mayores. El único requisito es que tendrán que dejar la casa de los padres e irse a vivir a la mansión del anciano por un año, y claro, tendrá que fingir estar en una relac...
Habían dado un paseo por toda la escuela, era divertido ver a viejos maestros, Sungchan los saludaba y decía qué estaba estudiando la universidad actualmente y se mostraba orgulloso, los maestros elogiaban a Chenle también y luego les preguntaban de dónde se conocían. Sungchan solo mencionaba a Jaemin y a Renjun. Era raro ver a dos estudiantes de dos generaciones muy diferentes caminar por el patio de la escuela.
El atardecer ya se estaba acercando, la puesta de sol y el aire frío eran muy agradables, mientras los dos comían comida frita; Chenle pensaba que su cita estaba yendo bien, hasta que Sungchan le sonrió.
—No tienes que esforzarte tanto. —Sungchan acarició la cabeza del menor.
—¿A qué te refieres? —Preguntó uno de los menores de los primos Lee con un tono nervioso, Sungchan sonrió. El chico era adorable, pero no era lo que quería, no era lo que estaba buscando.
—Sé que te gusto. —Jung habló muy seguro de sí mismo. Casi en susurro, como presumiendo.
—No es cierto...
—Lo sé, Chenle, no tienes que negarlo, puedo verlo. —Sungchan le sonrió. —Pero no sería justo que te fijaras en mí. Soy varios años mayor y no quiero lastimarte.
La voz de mayor sonaba tan confiada, pero al mismo tiempo se notaba la sinceridad en sus palabras, Chenle bajó su rostro, se sentía un poco decaído. ¿Por qué lo rechazaban cuando él no había dicho o hecho alguna propuesta?
—No creo que puedas lastimarme. —Chenle observó al chico alto, era tan guapo. —No soy tan pequeño como parezco, sigo creciendo, quizá sea más alto que tú. ¿Podrías darme una oportunidad?
—No puedo. —Jung sonrió. —Es por eso por lo que te lo digo ahora, en un principio pensé que sería divertido sonreírte y llenarte de cumplidos, pero no creo que sea correcto; quizá llegaba a gustarte, podrías compartirme de tu fortuna e invitarme a quedarme con tu familia.
Chenle dejó de respirar, así se sentía cuando las personas se acercaban a alguien solo para conseguir dinero. Incluso él mismo pensó eso de sus primos y los novios de estos, si así se sentía, era decepcionante.
Su boca empezó a temblar y vio a Jung, el mayor ni siquiera lo observaba.
—No tengo dinero hasta ser mayor de edad. —Chenle confesó. —Pero puedo conseguir y podrías vivir con nosotros, así podrías estar cerca de tus amigos, de Renjun y de Yangyang...
—Eres un buen chico. —Jung acarició la cabeza de Zhong con ternura. —Por eso me retiro. No te fijes en mí, no intentes forzarte a comprarme cosas o comida. Ni te fuerces a que pase la mejor cita. —Él rio mientras señalaba las papitas que comían y observaba el atardecer. —Tu familia está loca, pero es buena y estoy seguro de que yo no quiero pertenecer a ella.
Chenle bajó la mirada, quería llorar, él ni siquiera se había confesado, pero había sido rechazado. ¿Por qué dolía tanto?
—Pero...
—No le diré a nadie. —Mencionó Sungchan haciendo un gesto de silencio. Sería un secreto que guardaría muy bien. —Lo mejor será que busquemos a tus primos.
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