Capítulo 23: Si al menos

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Peter se detuvo al divisar la tienda, las palabras de Campanilla no dejaban de dar vueltas por su cabeza. ¿Cómo encararía a Garfio ahora? Ni sabía cómo tomarse lo que el hada le había dicho.

Se dio media vuelta y volvió a internarse en el bosque, tremendamente confuso y algo asustado. No podía estar sintiendo algo por Garfio... ¿verdad?

Simplemente, era algo inviable.

Sí, lo comprendía en algunos aspectos, y el pirata siempre le había divertido. Y los últimos días... bueno, había sido muy dulce. Quizá demasiado.

Peter sacudió la cabeza, intentando borrar aquellos pensamientos.

¡No podía ser! No. No. No. Y no. ¡Jamás!

Golpeó el tronco de un árbol y se apoyó en él de brazos cruzados, negándose a escuchar a su cabeza y a su corazón.

—Peter —lo llamó Galla repentinamente.

Peter se sobresaltó.

—¡Ay, joder! ¿Hoy es el día de sorprender a Peter o qué?

—Tenemos que hablar.

—Ya he hablado suficiente por hoy. —Trató de marcharse.

—Sé dónde está la corona —dijo el hada, intentando no hablar demasiado alto. Para su suerte, el bosque estaba prácticamente desierto.

Peter se detuvo y la miró.

—¿Cómo?

Galla se acercó a él.

—No la tiene la reina, mintió. El tipo que trajo la corona de vuelta después de que Campanilla la entregará, la escondió, e hizo un mapa para poder encontrarla, pero hay que descifrarlo. —Galla sacó el mapa—. Lo tengo aquí. —Lo dejó caer sobre la mano de Peter y este lo observó muy confuso—. Se hace más grande o más pequeño a voluntad.

—No entiendo. ¿Por qué no devolvió la corona directamente? ¿Por qué esconderla y entregaros el mapa?

—Desconozco la razón. Pero esa es la única forma de encontrarlo.

—¿Desde cuándo lo tienes?

Galla hizo una pausa antes de contestar.

—Semanas —admitió.

Peter se sorprendió, algo molesto.

—¿Y por qué no se me avisó antes?

—Campanilla temía que lo compartieras con Garfio. —Peter no parecía sorprendido, solo algo decepcionado—. Mira, a mí el pirata tampoco me agrada, y no, no confió en él. Pero en los últimos meses me ha generado dudas. Lo que sí tengo claro, es que si Garfio le será leal a alguien en todo esto, será a ti. —Aquella declaración dejó sin palabras a Peter por un momento—. Le hemos dado el cambiazo a la reina, pero solo es cuestión de tiempo para que se entere. Debéis huir y rápido.

—¿Por qué me das esto ahora?

—Porque se nos acaba el tiempo. La reina está loca y se está desesperando, no es muy diferente a Barbanegra en ese aspecto. Os está buscando.

—Y la reina nos quiere cautivos primero —entendió Peter.

—Debéis salir de aquí. Encontrad la manera de descifrar el mapa y conseguir la corona de las hadas.

—¿Por qué cederme algo tan sagrado a mí?

Galla dudó antes de contestar.

—Porque nosotras no lo supimos cuidar. No quiero seguir sometida al yugo de la reina, ni al de Barbanegra. No se puede huir, ni mantener algo alejado para siempre, tarde o temprano la encontrarán, así que la mejor baza...

Peter & Garfio: El cetro del diablo [LRDN #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora