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Como Rapunzel

El eco insistente de una voz lo puso de regreso en la realidad. Sus ojos yacían hinchados y la luz repentina que los golpeó, en lugar de ayudarlo, les provocó un dolor interno que lo llevó a cerrarlos con fuerza mientras intentaba de a poco lograr acostumbrarse a la claridad de un sol mañanero.

Un nuevo día había comenzado, y por lo que Taehyung pudo notar al despertar, se trataba de uno bastante soleado. Quien se encargó de despertarlo, había sido su madre. No le pareció extraño al castaño; la mayoría de sus mañanas eran de ese modo. Un despertar brusco de parte de su progenitora, mayormente la mujer ingresaba a la habitación como si se tratase de un militar levantando a sus soldados para comenzar con los entrenamientos de rutina.

Había pasado una semana de su encuentro con Jimin. De aquélla noche totalmente caótica, y única. Resulta que luego de haber salido finalmente de bañarse, ambos volvieron al auto del mayor y se encaminaron nuevamente hacia la casa de este. Taehyung lo notó extraño, Jimin estuvo mas callado, como si estuviera perdido dentro de su mente. Le contestaba con palabras cortas, "Si" "No" "Tal vez"; para el castaño fue extraño, pero decidió callar. Para ese entonces, una vez que volvieron, se dieron cuenta que era la hora exacta de la cena. Los padres de Taehyung no dijeron nada, no preguntaron nada, no sospecharon nada.. pero su hijo desbordaba temor, tenía un ataque de pánico internamente a sabiendas de que hizo algo que no tenía permitido; pero por suerte, la cena transcurrió con normalidad. Jimin era quien obtenía la atención de todos intencionalmente para que nadie notara el estado del castaño. Y cuando la cena concluyó, luego de unos minutos mas, los padres del menor decidieron que ya era tiempo de volver a casa. Aún en ese instante le resultaba difícil creer que los mayores no le preguntaron nada, que solo dieron la orden de salida, y así él les obedeció.

Decidió guardar esa salida como una rebeldía de una noche; como si fuera un niño chiquito.

La mujer de cabello castaño, caminaba de un lado a otro, abriendo cada cortina que había en aquel enorme cuarto. Esa simple acción permitía el ingreso de los rayos del sol.

Taehyung arrugó la nariz mientras mantenía los ojos cerrados.

Intentó cubrirse nuevamente con las sábanas, pero su madre tiró de ellas y las arrojó con fuerza al suelo. El castaño pegó un salto sobre el colchón al quedar descubierto.

- Es inaudito que aún tenga que venir a levantarte. -le dijo la mujer- Bien sabes que tienes clase de idioma en menos de 30 minutos. -avisó antes de volver a salir de la habitación.

Esa mujer era peor que su despertador, pensó el castaño. Al menos su despertador contaba con un botón que le permitía detenerlo en el momento que él quisiera, pero su madre no tenía ningún botón que lograse hacerlo tan feliz.

Volteó medio desorientado para ver hacia un costado, notando que en su reloj de mesa se marcaban las 06:30 de la mañana.

- No puede ser. -susurró. Dejó caer su cuerpo hacia atrás, el sueño que tenía era mucho, estaba agotado de la misma rutina.

¡No te soporto! -KookV-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora