"El peor sentimiento no es estar solo. Es ser olvidado por alguien que tú nunca vas a olvidar"
- KookV
- doncel.
- distorsión de edades.
- m-preg.
- mención de otras parejas.
- pura ficción.
《Queda prohibido cualquier tipo de copias o adaptacion...
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"Fue temprano para una despedida. Por eso te pido que vuelvas, aunque sea una noche más". - Jeon Jungkook.
Jungkook observaba atentamente la ventanilla de la limusina, su mente se encontraba absorbida por el paisaje urbano que se desplegaba ante él. Cada calle, cada edificio, todo le resultaba extrañamente familiar; como si el trayecto que estaba realizando no hiciera más que recalcar su ausencia en ese mismo entorno.
¿Quién iba a pensar que se vería a sí mismo extrañando estar en ese punto del mundo donde desconocía incluso hasta el sabor de la comida?.
Aunque la limusina le ofrecía un lujo y una comodidad que contrastaban con su creciente inquietud, no podía dejar de sentir un nudo en el estómago.
Por el contrario, JiYeon lucía un aspecto sereno y profesional, mantenía una actitud tranquila y concentrada en su trabajo siendo ajeno a la tormenta interna que azotaba a Jungkook. Sus ojos se fijaban en la carretera sin desviarse ni un momento, y su expresión mostraba una calma que solo aumentaba la incomodidad del azabache. Cada vez que sus ojos negros se deslizaban hacia el espejo retrovisor, se encontraban con esa imagen que acentuaba su sensación de intranquilidad.
- ¿Qué sucede, Joven Jeon?.
- No es nada.
- Bueno, se ve inquieto. -replicó- ¿Acaso el joven Kim tiene algo que ver con su estado de ánimo?.
No respondió, simplemente se limitó a mirar el camino.
La despedida que acababa de experimentar con el castaño había sido inesperadamente singular. La falta de certeza en su adiós silencioso, dejó un tipo de incertidumbre que abría la posibilidad de no volver a verse durante un largo periodo.
El momento se había sentido agridulce, una mezcla de gratitud y tristeza que ahora se manifestaba en su mente como un eco constante. Era demasiado molesto.
Cada minuto que pasaba en la limusina se sentía como una eternidad, intensificando la sensación de separación y la anticipación de los días venideros. La perspectiva de un largo tiempo sin la presencia del chico le parecía casi irreal, como si el tiempo mismo se estirara y desdibujara en la distancia.
¿Que si es posible acostumbrarse a la presencia de otro en tan poco tiempo? Jeon ahora tenía sus dudas.
Trataba de concentrarse en el paisaje que pasaba velozmente, pero su mente se mantenía atrapada en el recuerdo de la despedida, y el futuro se extendía ante él como un vasto y desconocido desierto.
- Hemos llegado, joven. -anunció el hombre, sacudiendo a Jungkook de sus pensamientos y devolviéndolo a la realidad. La voz grave del conductor interrumpió el flujo de su mente atormentada.
