My Heart will go on.
Y entonces te das cuenta que las situaciones buenas y malas ocurren en cualquier momento. Ocurren porque ocurren. Sin poder tener una gran lista de explicaciones para entenderlo. Y quizás, solo quizás sea un poco injusto.
Ese día había llegado como un día soleado luego de un día lluvioso. Lo veía venir, claro que si, pero su llegada fue tan repentina que apenas y le dio tiempo de respirar para tranquilizar a esa parte suya que anhelaba desesperadamente huir a cualquier lugar.
Mientras se ajustaba el nudo de la corbata al cuello y observaba su rostro en el reflejo del espejo, su mente lo transportó a los recuerdos de días atrás cuándo volvió a la casa.
- ¡No lo haré! -Ya estaba cansado de escucharse a si mismo diciendo esas palabras.
- No está a discusión. -le contradijo su padre manteniendo el temple serio mientras leía diferentes papeles sentado detrás del escritorio de su despacho.
El hombre lucía sereno, como si la presencia de su hijo no le importara en lo mas mínimo. Y Jungkook, por su parte, no podía quitarle la mirada de odio y desagrado. Con mucho esfuerzo el joven reprimía esas ganas enloquecedoras que tenía por golpear el rostro de pura soberbia con el que cargaba el hombre. Deseaba golpearlo con todas sus fuerzas hasta cansarse. A pesar de que Seoyon le había pedido que tomara asiento con una sonrisa que reflejaba superioridad, el joven azabache se negó rotundamente. Estar cerca suyo era algo que el chico detestaba, y compartir el mismo espacio por tanto tiempo era una tortura. Jungkook quería reducir el tiempo juntos lo mas que pudiera.
- Piensa lo que quieras, has lo que quieras. -habló el menor negando con la cabeza- No lo haré. Esto es una locura. Sé que no se trata solo de mí, sé que todo esto es por dinero, por negocios. Dinero fácil, ¿No es verdad?.
- Enserio me sorprendes. -el hombre dejó salir una sonrisa mientras apartaba los ojos de los papeles lentamente hasta hacer contacto visual con su hijo- No creí que fueras tan listo como para darte cuenta. Creo que te subestimé. -el tono sarcástico de su voz hizo a Jungkook enojar aún mas- Dios santo Jungkook, claro que es por negocios. -Seoyon volvió a mirar sus papeles mientras reía y negaba con la cabeza al mismo tiempo.
- ¿A costo de mi?
- De algo tienes que servir.
- Obligarme a esto es..
El golpe fuerte que se escuchó en el despacho hizo que Jungkook dejara de hablar. Seoyon se había puesto de pie golpeando con ambas manos el escritorio y tirando varios papeles al suelo después.
El hombre se quitó los lentes, se desajustó la corbata, y se acercó a su hijo mayor rodeando el escritorio; lucía desesperado, su hijo lograba ponerlo de ese modo. Jungkook al verlo venir, hizo pasos hacia atrás para evitar la pronta cercanía. La puerta se abrió de pronto, entrando por ella una mujer con el cabello negro, se mostraba agitada por el susto que se llevó al escuchar esos ruidos.
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¡No te soporto! -KookV-
General Fiction"El peor sentimiento no es estar solo. Es ser olvidado por alguien que tú nunca vas a olvidar" - KookV - doncel. - distorsión de edades. - m-preg. - mención de otras parejas. - pura ficción. 《Queda prohibido cualquier tipo de copias o adaptacion...