"El peor sentimiento no es estar solo. Es ser olvidado por alguien que tú nunca vas a olvidar"
- KookV
- doncel.
- distorsión de edades.
- m-preg.
- mención de otras parejas.
- pura ficción.
《Queda prohibido cualquier tipo de copias o adaptacion...
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... Si me dejan un voto (⭐) y comentan, no me enojo. :) ...
"Aunque la razón te advierte, el corazón traiciona". -T.
No se trata de saber qué queremos, sino que se trata de sentir que aquello que hacemos, vale realmente la pena. Esa noche, un mes después de la despedida con Jungkook, el castaño se cuestionaba si realmente valía la pena ese distanciamiento. Todos dentro de su mente mencionaban lo mismo; "eso es lo que querías" e intentó convencerse una, dos, tres, cuatro, tantas veces como pudo, de que en verdad era así.
Taehyung cerró la llave del agua cuando consideró que fue suficiente tiempo debajo de la regadera; sus dedos ya estaban arrugados y a pesar de que el agua era cálida, su cuerpo ya estaba sintiendo frío. Se colocó una bata blanca y con una toalla pequeña comenzó a secarse el cabello mientras salía del baño y caminaba descalzo hacia su closet. Encendió la luz y buscó en calma su pijama, no demoró mucho en encontrarlo. No obstante, al momento de salir, visualizó entre sus prendas algo que llamó su atención. Había un atuendo que desentonaba con su vestimenta.
Dejó el pijama a un lado y caminó hacia donde yacían sus abrigos con el ceño fruncido. En la percha, colgada, había una chaqueta negra de cuero; dubitativo tocó las fibras del tejido costoso.
"Guárdala como un recuerdo de nuestra primera noche juntos". Esas palabras llegaron a su mente en un instante; y aunque trató de retenerla, una sonrisa brotó de sus labios mientras la sacaba del perchero. Creyó que la había arrojado a la basura, imaginó que SuJin, la madre de Yoongi, tenía relación con ello.
Una vez que se colocó el pijama, caminó hasta quedar frente a su cama donde había dejado la chaqueta; eran las once de la noche y como eventualmente le ocurría, no era capaz de conciliar el sueño.
Impaciente salió de la habitación en dirección al balcón; se abrazó cuando sintió que el frío no era agradable para el tipo de tela fina que utilizaba en ese momento, sin embargo necesitaba algo de aire para dispersar los pensamientos que parecían castigarlo. Apoyó sus codos sobre el barandal y en lugar de observar la luna, se quedó contemplando el tumulto de nubes oscuras que anunciaban una estrepitosa tormenta.
Pasaron segundos, tal vez minutos, antes de escuchar dos golpes suaves a sus espaldas. Cuando volteó se encontró con la tierna imagen de un rubio recargado sobre el marco del ventanal y con los brazos cruzados.
- ¿Cómo a estado mi chico?.
- Jimin. -pronunció soltando aire y acercándose a su amigo para fundirse en un cálido y necesario abrazo.
- ¿Por qué se siente como si estuviese visitándote en prisión?.
- Pues si no lo es, entonces se le parece mucho. -respondió el castaño antes de alejarse- ¿Cómo es que estás aquí y a esta hora?. ¿Te has vuelto loco?.
