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"House of Cards".

"House of Cards"

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El mejor mentiroso, es aquel que es capaz de engañarse a sí mismo.

- Jeon Jungkook.

- ¿Me dirás el motivo por el cuál te golpeó?. -cuestionó el castaño mientras le pasaba un algodón mojado sutilmente con alcohol sobre la sangre fresca en la boca de su guardaespaldas. Min apenas se quejó por el ardor que eso le proporcionó.

- Sólo diré que habrá una conversación seria con tu padre que te involucrará a ti, y también a Jeon.

- ¿Por eso has venido?.

- No, yo vine por ti. -se puso de pie.

Hasta ese momento había permanecido sentado en la punta de la cama de Taehyung para que al menor le resultara más sencillo ayudarlo con su herida, sin embargo, ahora que se había puesto de pie, la diferencia de estatura salió a relucir. Yoongi lo sujetó de ambas mejillas, lo miró por largos segundos.

- ¿Por mi?.

- Todas las noticias que he recibido estas ultimas semanas sobre ti no fueron buenas. Me desesperaba no poder estar contigo y ser yo quien velara por tu seguridad.

- Estoy bien.

- Eso no es cierto; no me mientas, no a mi. Lo veo en tus ojos, no soy ciego. Veo tus ojeras, tus labios están secos, tu piel está algo pálida. Cuando te dejé subir al avión no te comías las uñas, y veo que ahora lo haces. Estabas asustado, ¿Por qué?. -el pulso de Taehyung se aceleró, se alejó del tacto, miró el suelo y se dio media vuelta para guardar las cosas que había sacado para curar a Yoongi- ¿Crees que yo te hubiera llevado a la playa? ¿Que te hubiera metido en una piscina? ¿Que te hubiera alejado de tus guardias? ¿De aquellos que te mantienen en un lugar seguro por tu bien?. Es un niño que no sabe nada.

- Sabe más de lo que crees. -dijo Kim, pero apenas y se escuchó él mismo.

- ¿Qué?.

- Solo olvídalo ¿Si?.

Y antes de que pudiera responder, Yoongi lo vio caminar hasta el baño de la habitación con un botiquín de primeros auxilios cuyos colores eran rojo y blanco.

Allí, de pie pisando la alfombra con sus zapatos de cuero negro brillantes y mirando el ventanal a tan solo unos pasos de él donde sólo se alcanzaba a contemplar el cielo celeste, se quedó pensando en la mirada juzgante que le arrojó Jungkook poco antes de ingresar a la casa.

Por un instante aquella mirada insípida le recordó a esa noche; a ese chico:

Era la media noche, iba conduciendo de regreso a la mansión Kim. Llovía escandalosamente y dificultaba el tránsito en la ciudad.

¡No te soporto! -KookV-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora