G I A
Estar en una comisaría no era lo más divertido del mundo.
Al escuchar la palabra interrogatorio, jamás creí que me encontraría en una sala de verdad en una interrogatorios como si fuera una criminal. Nunca había pasado más que estar en la sala de espera y ahora estaba detrás de una mesa de metal y sentada en una silla que enfriaba mi trasero.
Aún creía que habían exagerado al traerme aquí y no a la oficina principal, pero podía esperar cualquier cosa. La habitación era pequeña, no era enorme, tenía sus paredes pintadas de beige y su iluminación era tranquilizante.
La oficial, cuyo nombre no pareció correcto decirmelo y que me encamino hasta aquí, había traído a su otro amigo oficial y ambos decidieron tener su conversación con respecto al caso en una esquina de la habitación. Suponían que no era un problema para mí pero yo quería largarme de aquí lo más rápido posible.
— Señorita Lawson— murmuró el hombre, terminando la conversación y acercándose con una sonrisa plana y unos papeles en la mano— Veo que ya sabe porqué está aquí.
— Creo tenerlo bastante claro— dije, asintiendo.
No estaba nerviosa, quizá algo inquieta.
Me miraba como si fuera el culpable en todo esto o la causa de su jaqueca, pero suponía que era su cara de todos los días.
Él asintió y leyó algo antes de arrastrarse frente a mí y tomar asiento en la otra silla.
— Gracias por hablar con mi compañera y confirmarnos lo anterior. Siento los disturbios...a veces todo sale de control— dijo mandando una mirada a la mujer de la esquina, ella asintió como si supiera que debía irse y dejó la habitación— Me presento, soy el oficial Davies, soy el inspector en jefe...Solo le haremos un par de preguntas, no tomará más que minutos— dijo monótono, tomando un suspiro. No me había dado tiempo de decir nada.— Usted hizo denuncias previas a ello ¿Es eso cierto?
— Sí— asentí.
Sacó un bolígrafo del bolsillo de su chaqueta y apuntó algo en el papel.
— ¿Por cuál motivo?
Quise soltar alguna frase obvia, pero me contuve ¿Qué clase de pregunta era esa? Se lo acaba de decir.
— Porque un "educador" de mi universidad se propasó con varias de mis compañeras y cometió actos misóginos hacia nosotras por el simple hecho de ser mujeres.
Palabras simples y claras.
El inspector miró hacia abajo, movió sus cejas y sonrió sin gracia.
— Pero no a usted— la pregunta está en su mirada.
Me dejé caer hacia atrás en la silla.
— No, a mi no— mis plantas no eran del todo seguras y él lo noto.
— ¿Está segura?— volvió a cuestionar.
— Hasta hace un tiempo comenzó a hacerlo conmigo también— lo dejé salir— Pero salí ilesa de todas.
— ¿Puede ser más específica?
¿Quería detalles?
— Comenzó a hacerme encerronas en los salones— me crucé de brazos.
— ¿Informó de esto a algún familiar o amigo? ¿A la policía?
— No creí que me tomarían en cuenta como la primera vez— negué.
Aquello pareció desconcertarle, su arrugado rostro se contrajo aún más.
— Nunca había visto su ficha.
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Perfecta Melodía
Teen Fiction[BORRADOR] La vida de Gia en estos últimos años podría definirse fácilmente en nueve letras. Problemas. Vive de ellos. Pero este último la llevó al límite y ahora la necesidad de dinero es urgente. Casualmente encuentra una solución. Una banda marg...