Capítulo cuatro: Buscar una solución

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G I A

La chica extraña invasora de mi habitación, rápidamente se percató de que no tenía ni idea de todo esto de nueva compañera y por mí, creo que vidente, cara de desconcierto la suya se inundó de confusión en un segundo.

— Creí que....como nadie se trasladó la semana pasada...— comencé diciendo tomando su mano con desconfianza y dándole un apretón—...estaría con mi antigua compañera.

— Tuve un par de complicaciones—dijo sonriendo incómoda y yo asentí soltando su mano— no sabía que no tenías ni idea de mi existencia, Briana.

— ¿Briana?— fruncí mi ceño— Mi nombre es Gia— aclaré.

¿Quién era Briana?

— Oh, lo siento— se disculpó de inmediato con un gesto tímido y arrepentido— quizá me confundí en eso también. No quise ofenderte.

Dicen que no hay que guiarse por las primeras impresiones, pero por las pocas señales que me da, puedo sacar la conclusión de que es algo extraña.

Sin esperar a que agregara más a su presentación, pase por su lado llegando hasta mi cama a la izquierda del cuarto y tiré mi bolso al colchón.

— Mi maleta, ¿la dejó mi hermano? — dijo levantando la maleta morada del piso, para después cerrar la puerta y arrastrarla junto a su lado.

— Me la dieron en recepción— dije encogiendome de hombros.

Se paró frente a mí, supongo que esperando algo de mi parte y me miró algo impaciente.

— ¿No me pedirás más presentaciones?— preguntó y negué— ¿Mi apellido o siquiera mi edad? Me gusta mucho tu falda, eres muy bonita.

Fruncí ligeramente mis cejas antes su repentino cambio de tema, que hizo que mirara la horrorosa falda verde que me había colocado hoy por no encontrar otra cosa en el closet.

— ¿Gracias? Y no sé, no soy buena haciendo amistades o interesándome en la vida de los demás— me senté en mi cama, sacando las botas de mis pies.

— Al menos algo— insistió sentándose en su cama.

— Pregunta algo tú mejor— sugerí sintiendo como mi irritación subía y al no querer que siguiera insistiendo.

— He estado mirando un poco tu escritorio...— comenzó y entrecerré mis ojos—...y he visto que tienes mucha variedad de pinturas y lápices ¿Estudias diseño grafico?

— Primero, para que nuestra convivencia funcione...no toques mis cosas— asintió con rapidez— y segundo, no, estoy estudiando Marketing empresarial y lo de dibujar podría considerarlo un hobby— miré un segundo hacia mi escritorio a los pies de mi cama y sacudí mi cabeza— todo esto me lo regaló mi padre y no sé donde meterlo.

— Yo estudiaré Gestión de Medios —dijo luego de apretar sus labios.

— Oh, eso está muy bien. Es una carrera interesante.

— ¿Verdad que sí?— asentí— ¿Hay una fiesta en alguna fraternidad esta noche? Escuché que siempre hay fiestas todos los días, ¿Hay alguna?

— Eh...supongo— dije extrañada por su velocidad al hablar— Puedes preguntarles a las chicas del último piso, pero si eres de primer año creo que debes aguardar...

— ¿Tú también?— pregunta de repente deteniendo mi sugerencia— Todos me dicen lo mismo, ¡que soy una niña!— abrí mi boca algo impresionada por su berrinche, viendo como abría su maleta en el suelo de forma bruta y sacaba toda variedad de ropa y zapatos— ¡Mírame! soy una adulta en la universidad que sólo quiere divertirse en su primer año, ¡¿por qué no me dejan?!

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