Capitulo 19. El negro es el color del luto y el silencio; la negación.

707 97 17
                                    

La madrugada del día del matrimonio civil, fue quizá una de las noches más difíciles en la vida del joven lobo.

Trato de encontrar tranquilidad en una botella de vino tinto añejo; uno de los mejores que ha probado en su vida, por un minuto creyó que sería mejor dejarlo para la boda, pero realmente no piensa compartir un valioso añejado de 20 años, con personas que le desagradan.

Así que lo disfruto en silencio y soledad, tratando de procesar lo que estaba por suceder.

Dentro de unas horas, habría un anillo en su dedo anular izquierdo que no solo lo ataría, de por vida, a Veagan Bloodaxe sino también a Konrad. A dos señores de la guerra…

Observó su dedo anular donde pronto habría una pieza de metal y no sintió arrepentimiento alguno. Solo un infinito vacío en el pecho. Un vacío que siempre ha estado allí, pero que ahora, más que nunca, se siente ahí, presente. Doloroso…

Su corazón gélido lo protege de su mente, pero no del monstruo en ella. Su “buen” momento de tranquilidad, se vio fuertemente interrumpido por aquel que lo atormenta incluso en sus pesadillas.

Oscuro, corrosivo, lleno de ganas de romper a su portador, el monstruo nuevamente apareció en ese momento de descuido.

—Te tratas a ti mismo como una prostituta —Gruño como la bestia sedienta de sangre que es, aturdiendo los sentidos de su portador —Eres en verdad lamentable.

—… —El joven lobo no respondió y simplemente se dedicó a volver a servirse vino y a tomar. El vino es delicioso, o quizá así lo percibe su necesidad de embriagarse.

Dejaría que la voz molesta esa, siguiese hablando y hablando. No le prestaría atención, y solito se callaría después.

—¿Esto es en lo que te has convertido? En una puta que regala su semilla al primer pordiosero salvaje que se encuentra. Los titulares tienen razón; eres una puta igual que tu madre...

Y, consumido por el vacío en su pecho, solo infinita burla hacia el que hablar en su cabeza. Trataba de hacerlo enojar nuevamente hablando mierda de su familia. Ya no es muy inusual que esto suceda, Scott ya ni siquiera lo toma personal.

Pero si decide que no se quedará así y responde:

—No es; “¿En qué te has convertido?” Es; “En qué nos hemos convertido”. Tú también, Az, eres parte de mí, también eres una puta que se follara a un salvaje y ofrecerás esperma para fecundar. No eres mejor que yo… Por tu culpa estamos aquí, así…

Para el joven alfa, fue tan gratificante poder herirle el orgullo a su lobo. Está jodidamente cansado de siempre ser atormentado por aquello que alberga en su mente. Se sintió verdaderamente bien joderle el orgullo. Siente incluso que Az casi que se quedó sin palabras, asi, sin saber cómo contestar a una verdad.

La calma duró solo unos segundos… Igual que siempre…

Estaba claro que Azael no dejaría las cosas así, a él no pueden ir a joderle el orgullo y salir ilesos, así que, enojado, hirviendo en furia, no sequizo quedar de brazos cruzados al escuchar lo que Scott había dicho y atacó…

Ataco como la bestia salvaje que es.

Y, quizá fue la gran cantidad de alcohol en su sistema, a lo mejor, fue su estado de vulnerabilidad y descuido, incluso podríamos decir que bajo la guardia, o todo junto. Pero Scott no tuvo la suficiente fuerza para detener a Azael como ya es costumbre.

Su cuerpo dolió como nunca antes. Se puso rojo, rojo en un instante, producto de su falta de aire y del inhumano dolor que lo hizo temblar de una manera inesperada; era como si le estuviesen queriendo romper cada hueso del cuerpo.

Punto De Quiebre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora