Capitulo 48. El pozo de la traición.

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Han pasado casi veinticuatro horas desde que el vídeo llegó a manos de Antonov, han pasado veinticuatro horas desde que Andrey fue sedado y encerrado, veinticuatro horas de angustia.

Mientras el efecto del tranquilizante aún le recorría el cuerpo entero, Andrey no pudo evitar pensar solamente en Scott.

Se sintió miserable e impotente al pensar que mientras él estaba allí, encerrado, Scott estaba sufriendo.

Scott no puede salir de su mente.
Incluso si los pensamientos son tristes…

Sintió que su propia cabeza lo estaba arrastrando a la locura, se sintió perdido y solo piensa; “Estaban abusando...” "Él sufría... "El tenía miedo" "Todo es mi culpa".

Sí, él lo sabe, perfectamente, sabe que él fue quien puso a Scott en esa situación terrible y traumática, ni siquiera va a negarlo, ya no.

Antes intentaba amortiguar el peso de conciencia diciéndose a sí mismo; "Hice lo correcto" "Fueron órdenes" o "Él perseguía a esos omegas" "El erro".

Se obligaba a convencerse a sí mismo de que no hizo nada malo, por qué sin saberlo, muy en el fondo le afecta la situación.

Scott suele mostrarse rudo y fuerte y orgulloso, pero Andrey sabe que no es así. Scott aún es un adolescente, uno asustado de su entorno, que se sobre esfuerza por mantener una presencia fuerte y dominante con la intención de no ser un blanco de críticas.
¿Tiene una masculinidad frágil? Si, por supuesto, le genera mucho esfuerzo hacer cosas que afecten su masculinidad como; abrirse emocionalmente, pedir ayuda o simplemente ser cercano a alguien.

Es víctima de la presión social que prácticamente el mundo entero ejerce sobre él, aun así, se mantiene fuerte en todo momento dirigiendo la manada con DIECINUEVE AÑOS.

Scott es increíble y fuerte y capaz y comprensible, incluso bondadoso a su manera, es muchas cosas, pero sin lugar a duda el Scott que vio en aquella zona de enfrentamiento y en ese vídeo, no eran el Scott que conoce y que se fuerza por mostrarse fuerte, no… Era alguien asustado, con el rostro lleno de pánico que pedía a gritos ser liberado de su agonía.

En su rostro, en sus súplicas, en su mirar, ya no está ese pesado orgullo que tanto le caracteriza, no, está lejos de ser el hombre que solía ser, arruinado a un punto irreparable, al punto del llanto y las lágrimas.

Andrey jamás en su vida había visto a un alfa de tal rango jerárquico ser dominado y doblegado en voluntad… Y cada vez que lo recuerda gritando, llorando y pidiendo ayuda, un fuerte escalofrío le enchina la piel desde la nuca hasta espalda baja.

Andrey ha tenido la desgracia de ver ese tipo de videos en muchas ocasiones. Cuando allanaban casas de objetivos peligros, encontraban muchas veces ese tipo de videos, eran asquerosos, despreciables, pero incentivaba a Andrey a cobrar venganza en nombre de la víctima.

Era algo que solían hacer siempre que capturaban al bastardo vivo, todo el equipo encerraba al culpable de una sala de tortura y reproducían los videos, uno a uno, en lo que parecía una tortura emocional autoinfligida. Había veces que las atrocidades que veían los hacían vomitar, pero sin duda alguna, los empujaba a no tener piedad.

Así que sí, ha visto ese tipo de videos a lo largo de sus quince años de carrera militar, pero esta vez, en esta ocasión, algo cambio. Algo y todo a la vez fue diferente. ¿Quizá es por qué vio en ese vídeo a alguien que conoce? ¿Por qué muy en el fondo le guarda cariño? ¿Por la confesión cobro sentido a todas las acciones de Scott que no lograba entender? ¿Por qué sin darse cuenta sentía algo?

No lo sabe, solo sabe que dolió, dolió como la mierda, calo hasta lo más profundo y le hizo casi doblegarse del dolor.
Es tanto su shock emocional que ni siquiera puede procesarlo, su cabeza sigue y sigue y sigue arrojando la imagen del vídeo de Scott siendo lastimado.

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