Cartas para Heather [+18] ©

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CAPITULO 29:

•Siempre juntos.

Zoey Grant.

Estoy en el auto de Lizzy, esperando a que termine con su último paciente, muevo la pierna un poco inquieta, no me gusta estar sola en un auto, una notificación en mi celular me hizo sobresaltar, rápido lo tomé y acomodé mi falda, era un mensaje de texto.

Adeline: Recuerda que tenemos planes
todos juntos mañana, amiga.

Zoey: ¡Claro que ahí estaré!

Adeline: Oki, te veo mañana linda <3

Le sonreí a la pantalla del celular, en ese momento la puerta del auto se abrió, es Lizzy con una sonrisa y su coleta rubia muy bien arreglada. Cerró la puerta, pero antes, mis ojos fueron en dirección de un chico alto, de lentes, cabello medio rizado y de color negro, sus ojos eran claros y parecía que hacia ejercicio por el tamaño de sus brazos.

—Es uno de mis pacientes— Lizzy mencionó.

—Tienes pacientes guapos ¿Sabías?— bromeó.

—Se llama Beni Palma, la prima de una de tus amigas fue quien me recomendó con él.

—¿De cuál amiga?

—De Adeline, su prima Alexandra que vive aqui en Florencewood le pasó mi contacto, Beni es un buen chico.

—¿Cómo fue tu día?— pregunté.

—Uno bueno y atareado ¿Él tuyo que tal?

—Lo mismo de siempre— suspiré pesadamente —. Ya sabes, voy a la escuela, tengo un exelente día y la paso bien con mis amigos y cuando voy de camino a casa siento incomodidad y miedo y cuando creo que al llegar a casa significa que es un lugar seguro para mi...mamá aparece y me hace sentir miserable de nuevo. Aún así todo está de maravilla, ella lo está intentando.

—Zoey...

—Por favor, no lo digas.

—Si lo haré, te lo he pedido muchas veces, sabes que las puertas de mi casa están abiertas pata tí.

—No quiero que mamá quede sola en esa casa, vagando como alma en pena, no seria bueno para ella.

—¿Y qué hay de lo que es bueno para ti?

—¿A qué te refieres?— pregunté haciéndome la loca como diría Chiara.

—Me refiero a que estas eligiendo poder salir de un ambiente tóxico y que te aferras .

—Lizzy, no digas eso, se que ella me ama, se que ella cambiará, ella lo dijo.

—¿Cuantas veces ha dicho eso? ¿Eh? ¿Cuantas?— bajé la mirada sin responder —. He escuchado eso por años, desde que tu eras una niña, yo solo quiero lo mejor para ti, pero me preocupa que defiendas a la persona que te hace daño y lo entiendo ¿Si? Yo también quise que ella cambiará, los padres no son perfectos Zoey, se equivocan, pero ella no sólo se equivoca, te lastima emocionalmente. Y la única persona que me importa eres tú, eres mi hermana, Zoey.

Giré hacía la ventana, viendo como pasaban los árboles y casas, mi corazón empezó a palpitar rápido, vino a mi mente de manera tan clara la conversación que ella y yo tuvimos hace unos días y todo lo que me dijo esa noche.

<< No he tenido otro declive con mi trastorno alimenticio desde hace mucho y agradezco enormemente eso, he comido con naturalidad y aunque a veces mi estomago se cierra un poco y casi se rehúsa, es más por estrés o ansiedad la mayor parte del tiempo.