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CAPITULO 5:
°Acoso.

Heather Sink.

<<JESUCRISTO EN MOTO>>

Me gire sobre mi propio eje. Esa voz podría conocerla entre una enorme multitud y sabría quien es. Sonreí automáticamente, aunque es muy alto, no me siento intimidada, de hecho por alguna razón...lo veo tierno.

—Hola, Leo— con voz aguda contesté —cuando estábamos en la cafetería estuve pensando en ti porq....

—Espera...— me interrumpió —¿Estabas pensando en mi?

Preguntó bastante interesado aún sonriendo, mis mejillas se volvieron de color escarlata al instante y podía sentir como me ardían las mejillas. Diosito sin en verdad existes...¡Ayúdame!

—Heeeatheeer— canturreo sacándome de mis plegarias internas, haciendo que dirigiera mi vista a el de nuevo —. ¿Que tal te pareció el libro?

—¡Oh si! Ya llevó más de ochenta páginas leídas, casi las cien— miré hacia Noah que estaba muy contento con Conan.

—Wow, has leído mucho...yo no puedo hacer eso— lo miré con la cabeza ladeada —. Es que soy un poco lento para leer, me tomo mi tiempo...¡Pero no importa! ¿No?

Afirme con la cabeza y Leo se rasco el cuello con algo de inquietud y le hice un gesto para que fuéramos a clase.

—¿Irás al partidos hoy?— pregunté mientras caminamos en dirección al salón.

—Oh yo...

—¡Leo!— Noah en compañía de Conan lo saludo, puso de manera amigable su mano en su hombro, pude ver que Leo se tenso por el toque y sus ojos se oscurecieron más—. Estamos planeando ir todos al juego de hoy y después iremos a un...pequeño convivió. ¿Te apuntas?

—Bueno yo...— lo pensó por un momento y por alguna razón dirigió su vista con inquietud, hacia la mano de Noah en su hombro.

—¡Vamos! Todos estaremos ahí— Noah me miró a mí con una mirada que ya conozco bien —Heather claramente ira. ¿Qué dices?

—Okay, pero solo un ratito...

—¡Yeeeei!— choco los cinco con Conan —Ahora vamonos, si llegamos un minuto más tarde nos castigaran.

Leo relajó sus hombros de nuevo y corrimos en dirección al salón, por suerte el maestro no estaba ahí aún, tomamos asiento, Noah estaba sentado con Conan hablando muy contento sin dejar de reír y darse leves golpecitos en el hombro. Zoey estaba a mi lado, sentí en mi cuello una mirada, al girarme efectivamente era Leo, que me brindó una sonrisa.

Comencé a repiquetear mis dedos sobre  el pupitre esperando a que llegará el maestro mientras me hundía en mis pensamientos. Hasta que eso fue interrumpido. Un chico junto a otro entró ocasionando un fuerte ruido al golpear la puerta al entrar y dar uno que otro ruido como un completo animal, me sobresalte automáticamente al escuchar el ruido, al igual que Zoey que ahogo un grito del susto.

Estaba sin camisa y junto a su amigo buscó un asiento vacío en el que se dejó caer y no dejaba de hablar en voz alta —era desesperante e incómodo— todos lo miraban incómodo y otros divertidos, si, divertidos. ¿Qué tenía de divertido? Anyways.

—¡Vaya, vaya vaya!— no habló, gritó. Dándole golpes al pupitre —¡Este año si que hay hermosuras de chicas! ¿No creés hermano?

—¡Demasiadas diría yo!— su amigo le apoyó con el mismo tono de voz.

Cartas para Heather [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora