Me despierto sobresaltada, miro a través de la ventana y ya es de noche, con un movimiento torpe logro encender la lámpara que descansa sobre la mesita, iluminando todo la habitación.
London bosteza y se pasa las manos por la cara.
—¿Mi mamá? —le pregunto—¿Todo fue un sueño?
—Mi hermano y Chanin no han regresado, yo me quedé para cuidarte por si venían a por tí —me dice y pone su boca en línea fina— Siento mucho todo lo que está pasando.
—Ese es el problema, que ni yo sé lo que pasa. Ahora no sé nada de mi madre y mi padre está muerto. ¿Lo entiendes?
Comienzo a llorar sin consuelo, a mi cabeza llegan todas las imágenes de lo ocurrido en mi casa. Mamá con poderes, papá muerto. Chanin asesinando como si fuera una máquina de matar sin sentimientos.
Las lágrimas se deslizaron por mis mejillas.
Sentí todo el peso de un cuerpo sobre mí y me dejé llevar en el abrazo que me brindaba London.
—¿Por qué me está pasando esto a mí?
—Llora, pequeña —pasó las manos por mi cabello— Libera todo lo que hay en tu interior. Si no lo dejas ir te hará más daño.
London me sostuvo por largas horas entre sus brazos, busqué una gota de esperanza en lo último de mi ser para no rendirme.
Pasaron las horas cuando sentí la puerta abrirse y pasos dentro de la habitación.
—Se quedó dormida —informó el cambiaforma. En realidad estaba despierta, lista para escuchar todo lo que tenían que decir.
—Maldición —sentí como Chanin protestaba.
—¿Y bien? —preguntó el Clein que se había quedado conmigo.
—Se la llevaron —siseo Aries— Estuvimos buscando hasta ahora y no hay rastro de ella en ningún lugar.
—Tienes que contarle la verdad —se quejó London y antes que alguien más abriera su boca me levanté.
—Estoy esperando una maldita explicación —los ojos me dolían de tanto llorar.
—Bien —Aries se pasó las manos por el rostro y resopló— Tu abuelo fue el fundador de esta academia, tu madre salió embarazada y al tu nacer las demás academias se habían declarado la guerra, porque todos sintieron la fuerza de tu poder.
—Creían que venías a destruir el mundo —dijo Chanin con la vista clavada en el suelo.
—Así que tu abuelo se las arregló para desaparecerte a ti y a su hija. La academia cuenta con un salón secreto dónde hay un libro con detalles todo lo que pasó, es el diario de tu abuelo —agrega Aries— Yo lo encontré y por ende fue que quise protegerte.
—Aunque llegó tarde —lo interrumpió mi única amiga— Ya yo te había visto y desde ese momento supe que tendría que cuidarte. Soy tu guardiana asignada. Luego te lo explico mejor.
—No hace falta, ya Dixon me explicó lo que es una guardiana —dije y los ojos de Aries fueron estacas directas a mi corazón— Al menos él no me oculta nada.
—Yo todo lo hice para protegerte —masculló Aries.
—¿Te lo pedí? —escupo con rabia— Mi madre está desaparecida, mi padre muerto y todo por culpa de este mundo de mierda.
—Él no es tu padre y por alguna extraña razón cuando llegamos a tu casa estaba vivo e intentó matarnos —confiesa.
—No es cierto.
—Iris, si lo es —Chanin puso su boca en línea recta— Al parecer era de los malos y estaba esperando que tú desarrollaras los poderes. En cuanto llegaste a la casa lo supo. Por eso la emboscada.
Me llevé ambas manos a mi rostro, estaba frustrada.
—Quiero estar a solas, ya sé que la habitación es de ustedes y tal, pero lo necesito.
—Yo iré a ver al director, voy a tener que inventar una muy buena escusa por los años que llevo desaparecida —Chanin puso sus ojos en blanco.
—Recuerda que no puedes decir nada sobre Iris —Aries la observó—. No pueden saber que eres su guardiana.
—No soy tonta —lo fulminó con la mirada— Diré que aún no he sentido la conexión de guardiana con nadie. Estube buscando, pero al fracasar volví.
—Te acompaño —propuso London— Dos cabezas son mejor que una si de mentir se trata. Podemos mejorar ese plan.
Ambos chicos salieron de la habitación y Aries se limitó a meter las manos en los bolsillos de su pantalón.
—Lo dé a solas también te incluye a ti —susurré. Lo bastante alto para que me escuchara.
—Ya, pero me da miedo que te lances por la ventana o te cortes con un cuchillo.
—En otras palabras estás diciendo que estás preocupado por mí.
Se sentó a mi lado y hundió el colchón con su peso.
—Te voy a decir algo y quiero que te lo guardes muy bien en esa cabeza pelirroja.
Asentí y volvió a abrir su boca:
—Te juro que aunque me cueste la vida voy a traer a tu madre, sin un rasguño. Tienes mi palabra, no es de mucho valor, pero prometo que voy a cumplirlo.
Otra persona hubiera dado las gracias, yo no. De mi boca salió:
—¿Por qué?
—Yo te metí en esto, en cierto modo es mi culpa. Porque soy el que está obsesionado. Mi obsesión nos llevó a esto.
¿Obsesionado?
—No te entiendo —confesé y arrugué mi frente.
—Por hoy fue suficiente, Iris. No más preguntas.
Se levantó, acunó mi rostro entre sus manos y besó mi frente con sumo cuidado.
Aries lo detuve en el umbral de la puerta.
—Gracias.
Giró levemente la cabeza para dejarme ver una preciosa sonrisa. Es sonrisa que en un momento dado de la noche se convirtió en mi calma y en lo último que vi al cerrar mis ojos porque me quedé dormida nuevamente.
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Foordel ✓
Science FictionFoordel guarda un oscuro secreto, algo realmente aterrador que los habitantes del pueblo ignoran por completo. Y yo... bueno, yo no soy más que una persona común, pero acabo de descubrirlo. Ahora me encuentro en una encrucijada, sin saber qué camin...