Creí haberlo perdido, pero su silueta se dejó ver a lo lejos. Me estaba adentrando en el bosque de Foordel «no lo puedo ni creer» A medida que me acercaba el cambio de temperatura era brusco. Ya no sentía ese horrible calor tan peculiar, ahora todos los vellos púbicos de mi cuerpo estaban erizados. Mis manos me sudaban y sentía el escalofrío recorrer por mi nuca.
El clima estaba cambiando concideradamente.
Lo estaba acosando, persiguiendo desde las sombras, yo no haría algo así, pero él me transmitía una sensación rara. Quizás era su aura de misterio.
Caminaba a algunos metros de mí, el viento hacía bailar mi cabello en exceso y yo me escondía entre los árboles sin hacer ningún ruido.
La barrera ya se lograba ver a la distancia y un nudo se formó en mi garganta por la cercanía. Nunca estuve tan cerca, por los nervios di un paso en falso y un pequeño chillido escapó por mis labios. Logré esconderme «casi me pilla» por unos segundos y cuando me dispuse a seguir ya no quedaba rastro de él.
Su tamaño intimidante.
Su caminado despreocupado.
Su capucha.
Nada, absolutamente nada.
Había desaparecido de la misma manera que apareció.
Soy tan estúpida, ahora que lo pienso es patético, perseguir a un desconocido solo por curiosidad e impulsos.
Mi madre me mata.
El caminillo estaba sombrío, no había rastro de nadie y mi corazón estaba acelerado. La tranquilidad y el silencio en medio del bosque puedo decir confiada que no es algo que me agrade demasiado.
Miré en todas las direcciones y no sabía dónde carajos estaba. La cagué, estoy perdida en el medio de tantos arbustos y lo único que veo es la barrera prohibida.
Parece programa de televisión.
Me dispuse a encontrar el camino a casa y volver de prisa, pero sentí una carcajada que por su fuerza supuse que era un chico.
Él.
De seguro era el desconocido.
Quería volver a casa.
Pero más quería conocerle.
Aun así, no lo hice. Mi lado más sereno ganó y continué con la disposición de irme.
Murmullos comenzaron más seguido, cada vez lo escuchaba más y más cerca, era como una «discusión amistosa»
Algo tipo cuando de pequeño discutía con otros niños por los juguetes y al otro día seguían siendo amigos cómo si nada.
Curiosa me acerqué tanto como pude y se trataba de dos chicos, no pasaban los veinte uno era flaco y alto, de cabello castaño claro, tenía una sonrisa picarona y estaba en guardia, esperando que el otro lo atacara.
Este tenía la tez blanca, era un poco más bajo, pero más musculoso su cabello oscuro estaba perfectamente peinado.
— No entiendo para qué me retas en un duelo — alardea el mayor de ello — siempre te gano.
— En realidad siempre desapareces haciendo trampa como la porquería que eres.
Se lanzan hacia delante al unísono y se golpean entre sí, sus puños impactan contra su cara, sus pechos y otras partes de su cuerpo.
— Tenemos público — informa uno de ellos y me alarmo cuando recorro el lugar con la mirada y no veo a nadie.
Solamente yo.
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Foordel ✓
Ciencia FicciónFoordel guarda un oscuro secreto, algo realmente aterrador que los habitantes del pueblo ignoran por completo. Y yo... bueno, yo no soy más que una persona común, pero acabo de descubrirlo. Ahora me encuentro en una encrucijada, sin saber qué camin...