En cuanto subió hasta el piso donde vivía vio a Edson de pié en la puerta de su departamento - perdón...había algo de tráfico -
- no...no te preocupes - El mayor sonaba nervioso - ¿A dónde fuiste? Digo...si puedo saber -
Diego dudo unos momentos sobre si decirle la verdad o no, sabía que la verdad probablemente lo lastimaria pero ya estaba cansado de mentir - André tuvo un pequeño accidente, se lastimó el pie y tuve que llevarlo a su casa porque ya no podia manejar -
- ya veo...- el alto trataba de esconder la molestia en su voz al escuchar la respuesta del menor - lo viste después de que me fui hace rato? -
- si, llegó justo cuando te fuiste - Diego saco las llaves de su depa y abrió la puerta para entrar, Edson entro detrás suyo - por cierto...te estás quedando con Sebastián? -
- Si...¿El te dijo? -
- No, lo escuché hablar por accidente - Diego dejo su mochila en una de las sillas del comedor y fue hasta la cocina para abrir el refrigerador y tomar una cajita de jugo, saco otra y se la entrego a Edson.
- gracias - el alto trataba de calmar el impulso de aventarse sobre el menor, abrazarlo y besarlo, hacía tiempo que no lo veía y ahora que lo había hecho...habían terminado, dolía pensar que cada minuto que pasaba Diego se alejaba más y más de el.
Sus días estaban contados, tenía que regresar a jugar, cuando el se fuera Diego sería por fin totalmente libre, no sabía si podría llegar a soportar verlo con Gignac, ver las noticias que seguramente saldrían si alguien se enteraba de su relación, sonrió con nostalgia al recordar cuando aquella vez por un descuido se había filtrado su noviazgo.
En ese tiempo todo era tan bonito, todo estaba bien, eran ellos dos nada más, daría lo que fuera por regresar al pasado y quedarse para siempre en uno de esos días en los que entrenaban juntos y saliendo iban a la casa de alguno de los dos, salían a cenar, a comer, iban al cine.
Incluso en Europa, aunque cada quien estuviera en diferente país, siempre buscaban la manera de ir a verse.
Las mentiras inocentes que les decían a sus entrenadores sobre alguna lesión, para escaparse unos días.
No se dio cuenta a qué horas sus lágrimas lo habían traicionado y estában escurriendo por sus mejillas, definitivamente no iba a poder soportar la perdida de Diego, el vacío que dejaba era demasiado grande, sentía que le quitaban una parte muy importante para el.
- Edson...-
La voz del menor lo trajo a la realidad, lo tenía enfrente mirándolo, lo estaba viendo llorar pero eso era lo que menos le importaba ahora - Diego...no se como voy a hacer para olvidarte, no se que me hiciste, pero definitivamente no voy a poder lograrlo -
Diego sentía una presión en el pecho, tenía enfrente llorando al que fue el amor de su vida durante años, podía sentir el impulso de acercarse a el, abrazarlo y decirle que volvieran, que el aún lo quería, pero se contuvo.
Ayer antes de que pasara ese incidente, Diego todavía pensaba en quedarse a su lado y continuar su relación, después de lo ocurrido se dio cuenta que solo le estaba haciendo daño, estaba sacando lo peor de Edson.
Y luego con lo que acababa de pasar en la casa de Gignac...fue definitivamente lo que confirmo que no iba a poder alejarse del francés, por más que tratara, siempre existiría esa tensión, ese deseo de besarlo, mientras eso sucedíera no podía continuar su relación con Edson.
Había firmado un contrato con el club, tampoco es como que pudiera irse con el a Ámsterdam y olvidar todo como se lo había propuesto el mayor.
- Fui un idiota, anoche me dijiste que no querías terminar conmigo, que querías seguir y yo...hice una estupidez y no sabes cómo me arrepiento, Diego por favor perdóname - se acercó al menor y tomo sus manos, este trato de retirarlas pero Edson intensificó un poco su agarre.
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¡El Es Mío! (Edson + Diego + Gignac) +18
FanfictionEdson cree que todo va perfecto en su noviazgo hasta que un día su lindo novio se ve confundido por la presencia de alguien más, un jugador en el nuevo club de Diego vendrá a poner su mundo de cabeza. Advertencia: mucha tóxicidad contenido sexual e...