If You Love Me

Capítulo 7 "Davina

Toda esta cuestión de conseguir una amiga era bastante complicado. Sentía que incomodaba a las personas con mi sola existencia, esto de la ansiedad social es una mierda. Tom me dijo que lo mejor que podía hacer, era ser yo misma, pues él se había interesado en acercarse a mí siendo completamente Amelia. Supongo que es el tipo de consejos que todo el mundo hace, pero viniendo de Tom tiene sentido, ¿quién no querría acercarse a Hiddleston?.

Lo único que me tenía en mejor ánimo era la actitud de Aaron conmigo. Incluso se tomó la molestia de organizar sesiones grupales, me dijo que era para que tuviera mayor oportunidad de vincular con alguien, que a pesar de no ser mi modo de trabajo favorito, sería una grosería de mi parte negarme a un esfuerzo tan grande para él.

-Estoy seguro que se estarán preguntando a qué se debe está forma tan peculiar de trabajar conmigo, lo que quiero aclarar es que es una forma de aumentar el acceso a jóvenes en situaciones como ustedes, esto casi siempre es una red de apoyo importante para un paso tan relevante en la vida de un estudiante. - Aclara el profesor.

-Aún hay cosas que no entiendo, ¿cómo vamos a compartir nuestros avances? -comenta un compañero.

-En sí va a ser una colaboración voluntaria, y si simplemente pasan de socializar, va a ser un poco más complicado para mí brindarles conocimientos de interacción con su objetivo de estudio básico, que es el humano, así que yo les recomendaría continuar con esta propuesta que les ofrezco.

-Creo que podríamos tener mejor selección de información si nos apoyamos solamente en un compañero, considero que limitar nuestros objetivos siempre ayuda a tener información relevante, y eso es lo que se busca al investigar ¿cierto? -menciono.

-Pues sí, tiene bastante razón señorita Figueroa. Si nadie se opone, pueden comenzar a elegir entre ustedes quien será su compañero de apoyo.

Yo aún dudaba de quién podría tener la paciencia de aguantar mi ritmo tan apresurado de trabajo, y no es por presumir, pero en el pasado he tenido problema porque mis compañeros me consideraban una odiosa por querer las cosas en tiempo y forma, no era mi culpa que quisieran esperar al último momento.

-Soy Davina, un gusto.

Esta chica se había acercado a mi, sentándose en la silla de a lado, y no me dí cuenta en qué momento ocurrió.

-Hola Davina, soy Amelia.

-Es bueno saber tu nombre. Ya te había visto por la facultad, pero no sabía que trabajabas con Aaron.

-No tiene ni dos meses que estoy trabajando con él, tal vez por eso no me conocías.

-Sí, puedo notar tu acento, ¿de dónde eres?

-De la Ciudad de México.

-Ahora entiendo porque eres tan linda.

No pude evitar sonrojarme y desviar la mirada un momento.

- Es que ya he estado por ahí algunas veces. -menciona.

-Pues si, hay mucha gente muy linda por ahí, pero siempre he pensado que no tengo características que me puedan clasificar en la belleza de mi país -digo colocando un mechón rebelde de mi cabello detrás de mí oreja.

-No sé qué te hace creer eso, ojalá veas lo contrario, pero ¿qué te parece si me das tu número y nos vamos poniendo de acuerdo para ir trabajando en la semana?

-Es una excelente idea, anota.

Era una chica hermosa, su piel oscura, cabello rizado y espeso, labios y ojos grandes, de marrón tan negruzco que su pupila se confundía con su iris; me recordaban muchísimo a las características de Zawe. No podía evitar oler discretamente su shampoo de manzana canela que me hacía sentir en una de mis épocas favoritas del año. Yo no hacía más que observar mientras le dictaba mi número, y me agendaba con mi diminutivo a lado del emoji de una flor roja.