Capítulo 12 "¿Comemos?"

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Nadie es perfecto, es decir, me cuesta un poco de trabajo creer que Aaron haya llegado tan lejos si tiene "costumbres raras". Todos somos criados de diferentes maneras, y lo que para los demás es extraño, para uno mismo puede ser la cosa más normal, creo que es cuestión de perspectiva, o tal vez trato de convencerme para no exagerar con alguien de autoridad.

-¿Entonces?

-Disculpa, ¿puedes repetirlo? estaba distraída

-Ah pues, preguntaba si ¿vas a ir a la siguiente asesoría grupal?

-Supongo que sí, más bien, no tendría porqué faltar.

- ¿Davina es tu compañera cierto?

-Sí.

-Es una gran chica.

-Ni que lo digas, ya me veía terminando completamente sola la maestría.

-¿Por qué lo pensabas?

-La gente no suele ser muy amable, y a mí no me gusta incomodar, no es el mejor combo para una introvertida.

-No creo que seas introvertida.

-Por supuesto que lo soy.

-Pues no me lo pareces, creo que una persona introvertida directamente rechaza de manera gentil el contacto o plática con desconocidos.

-Bueno sí, pero habemos introvertidas como yo, que dicen que sí a todo, para no crear problemas.

-Tienes razón, pero entonces tú problema no es socializar, si eso fuera cierto no habrías aceptado las asesorías en grupo.

-Sí, tienes razón, pero igual podría ser más amigable.

-Es que lo ves como un defecto, en mi perspectiva creo que estás yendo a tu ritmo y con cuidado, no es fácil ser una chica de intercambio, en específico del otro lado del mundo.

-¿Cómo sabes de dónde soy?

-Aaron tiene la boca muy suelta.

-Ya veo.

-Pero olvídalo, no hablemos de él. ¿Has ido a alguna fiesta de Davina?

-No, ¿Dav hace fiestas?

-Antes las hacía más seguido, pero supongo que es por la maestría que se concentra más en la universidad.

-¿Tú sí has ido a alguna?

-Muchas veces, se ponen increíbles.

-¿Davina y tú son amigos?

-Tal vez, pero depende del contexto.

-Sí conoces su casa, supongo que sí son amigos.

-No necesariamente. Habemos muchas personas de la universidad que conocemos su casa, y no todos somos amigos.

-¿Solo vas a sus fiestas y ya?

-Prácticamente, y le consigo algunos insumos, tú sabes -dijo haciendo el ademán de fumar.

-Ah vale, pensé que eso de los dealers era algo que se veía solamente en las películas.

-Yo no le vendo nada, solo le comparto una calada de mi felicidad.

-No suena mal.

-Porque no lo está, es ganar por dónde lo veas, yo me divierto y ella se divierte.

No pude evitar reírme cuando me vino una idea loca a la cabeza.

-¿Qué es tan gracioso?

-Nada, no tiene importancia.

-Por favor, cuéntame.

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