Cependant que silencieux sous les pilastres
D'azur, allongeant les comètes et les noeuds
D'univers, remuement énorme sans désastres,
L'ordre, éternel veilleur, rame aux cieux lumineux
Et de sa drague en feu laisse filer les astres.La ventaja de un lugar silencioso como la Biblioteca, es que el Bibliotecario vive en constante vigilia para mantener el espacio de ese modo, lo que obliga a todo el mundo a guardar silencio o bien, irse. Así de fácil. Pablo encuentra entre las largas estanterías de madera abarrotadas de volúmenes añejos, el lugar perfecto para esconderse de los rumores y las preguntas invasivas con respecto a lo que pasó un par de días atrás. El olor a papel lo envuelve y actúa como tranquilizante en la intimidad de su rincón. La luz que acaricia las sillas de madera a su alrededor se posa sobre sus cabellos tornándolos rojizos mientras centra su interés en el libro de Historia Económica en la mesa.
Una figura familiar se aproxima caminando de frente hacia su lugar y Pablo entierra su nariz en el voluminoso libro, deseando evitar todo contacto con el exterior. Pero de nada sirve. Lionel Scaloni se detiene frente a su silla y lo observa con un par de libros en sus manos.
"Buen día," saluda, un semblante pacífico ilumina su rostro. "¿Cómo vas llevando tus estudios?"
"Buen día, bien por ahora," responde Aimar escuetamente, con el único fin de que se aleje de él.
"En primer año se me complicó mucho el recordar los títulos de los textos que sugerían los profesores como material extra. Si te interesa, puedo pasarte una lista y algunos de esos apuntes." Scaloni no atina a sentarse junto a Pablo, y el joven lo agradece.
"Te agradezco, pero, por ahora estoy bien," responde sin levantar la vista de su texto.
"Como gustes. Que tengas un buen día," concluye el más alto con una sutil sonrisa en sus labios. Sus pasos lo guían lejos de allí hasta el mostrador donde el Bibliotecario registra el préstamo de los libros en su mano.
Pablo recién entonces levanta su vista para observarlo. Comienza a realmente odiar la actitud soberbia de este tipo. No se traga el cuentito del compañero colaborador de buena fe cuando es más que evidente que Scaloni lo ve como un trofeo que debe ganarse para poder mantener su status dentro del Consejo. Un simple objeto para poder concretar sus fines personales, sin importarle quién es realmente. Para ser puesto en una vitrina, ya le sobra y basta con su padre, quien pone todas sus vanas esperanzas en hacer de él un buen padre de familia y continuar el legado de su sangre. Lejos está eso de sus planes, por lo tanto le tocará a Andrés encargarse del asunto.
Se pregunta qué tan estúpido pudo haber sido al quedar deslumbrado por apenas unos minutos de conversación y verlo tocar el piano. Ni siquiera es el resultado de días de soledad porque tiene sus dos amigos del alma que lo acompañan siempre. Pero Lionel Scaloni se ganó una fuerte impresión que ahora no puede sacudir de su mente tan fácilmente. No le encuentra el sentido al asunto, bajo ningún punto de vista. Tal vez es el tipo de situación que no necesita una explicación racional. Quizá esta sensación se vaya tan pronto como llegó.
Llega la hora de su próxima clase y coincide con Walter en el aula, sentándose a la par. Las plumas vuelan sobre los pupitres a gran velocidad y el foco de Pablo se centra en la clase y nada más. Pero al terminar, Lisandro, uno de los miembros del Consejo, se aproxima.
"Hola, ¿podrías acompañarme? Diego quiere hablar con vos."
Pablo se mira con Walter con ganas de rechazar la invitación, pero de hacerlo quedaría bastante maleducado. Accede y lo sigue hasta el Palacio de los Árboles. El día afuera está radiante, a pesar de que ya comienza a bajar un poco la temperatura del verano agobiante porteño. Suben hasta el mismo cuarto en el primer piso de la vez anterior y al abrir la puerta, se encuentra tan solo con Diego, Ángel y Lautaro. Lisandro sale y cierra la puerta tras él.
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La Eternidad (Scaloni x Aimar)
FanfictionPablo César Aimar Giordano es un hijo de hacendados, quien en 1925 regresa de España para comenzar sus estudios universitarios en su país, Argentina. Pero la universidad privada a la que asiste, mantiene un sistema de hermandad único que abrirá la p...