Capítulo 14

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Ne devinez-vous pas que je deviens oiseau,
Que ma lyre frissonne et que je bats de l'aile
Comme hirondelle?

Semana Santa para la elite porteña representa una excusa más para demostrar quién la tiene más larga en comparación a otras familias de la aristocracia, usando términos guarangos y del arrabal. Lo que prima es la necesidad de mostrarse como devotos cristianos frente al resto de la comunidad. Obviamente el hábito no hace al monje, y las generaciones más jóvenes se toman el período como vacacional para poder hacer lo que se les cante la gana. Pero hay ciertas tradiciones que deben seguirse.

La familia de Lionel invita a Pablo a pasar dos días junto a ellos. Los Aimar Giordano no encuentran objeción, siendo que el sábado y el domingo, su hijo regresará al hogar para compensar el tiempo familiar perdido. Pero profundamente, los padres del jovencito están fascinados con la idea de que Pablo pueda lograr más conexiones, como es esperado, y que esto le ayude a desarrollarse como un verdadero hombre en su vida adulta. Porque para los padres de ambas familias, de eso se trata justamente la vida.

Con su sombrero de fin de semana y su valija con tres mudas de ropa, Pablo espera en la puerta de la mansión Scaloni Lasala junto a Ignacio, el chofer. Lionel es quien sale primero a recibirlo al gran portón de entrada y abre la amplia reja trabajada que da a un antiguo patio de carruajes. "Llegaste," dice, casi en un suspiro. Se nota que vino bajando las escaleras corriendo apenas escuchó el timbre de la casa. Seguramente, incluso, frenó a las criadas de la mansión para que él pudiese atenderlo. "Gracias, yo me ocupo," le dice a Ignacio, tomando el bolso de Pablo e ingresando junto al jovencito. "Finalmente te tengo en casa."

Es imposible que sus palabras no produzcan un leve rubor en sus mejillas, a pesar de haberse preparado mentalmente para la ocasión. Una imponente escalera de mármol engalana el zaguán de la mansión hasta desembocar al distribuidor de la casa, finamente decorado con objetos de arte de un valor incalculable. Las altas puertas de madera que dividen los ambientes hacen juego con los relucientes pisos de roble traídos de Eslavonia que resuenan bajo los pies del muchacho a medida que camina. Pablo observa que en las paredes en donde no hay mármol, grandes paneles de boiserie decoran con intrincados dibujos en relieve. A medida que se adentran a la gran sala de estar, se encuentran con más obras de arte esparcidas por aquí y allá, en donde la pareja dueña de casa los espera. Pablo saluda, quitándose el sombrero por respeto. "Señor y señora Scaloni Lasala, buenos días. Les agradezco profundamente por la invitación."

"Pablo, querido, siempre serás bienvenido," responde la mujer con una sonrisa, extendiendo su mano para tomar la del jovencito. "Tu cuarto de huéspedes está en el primer piso. Andá y ponete cómodo. En un ratito partimos para la Misa. Acompañalo, Lionel."

"Sí, madre."

Los jóvenes se encaminan hacia la escalera de madera trabajada que desemboca en un descanso y de ahí, se divide en dos escaleras, una a la derecha y la otra a la izquierda, hasta el primer piso. Toman el pasillo de la derecha hacia las habitaciones y Lionel le señala con su mano las puertas a medida que avanzan. "Esta es la de Mauro, esta es la mía y allá está la del porotito de la casa," explica, refiriéndose a Corina, la más pequeña. Camina un par de pasos y abre una puerta. "Esta es la habitación de huéspedes más linda que tenemos, y es para vos."

Prácticamente es una suite de hotel de lujo de París. El estilo francés de toda la casa también se ve reflejado en los dos amplios ventanales que dan a la calle y la cama se encuentra emplazada a un par de metros de la fastuosa chimenea de la habitación. Pablo dirige su atención a una puerta y señala con un dedo. "¿El closet?"

"No, no. Comunica a la habitación continua. Todas están intercomunicadas, pero no te preocupes, nadie te va a molestar. Hay una habitación de por medio entre la de Corina y la tuya," explica Scaloni. Pablo asiente con una media sonrisa. Esa puerta podría haber comunicado a la habitación de Lionel, para que sea más fácil escaparse a la noche y...

La Eternidad (Scaloni x Aimar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora