Capítulo 26

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Ici-bas, on ne peut se fier à personne ;
Les mortels ne caressent jamais de bonheur sincère.

"¿Y cuáles son tus planes para después de graduarte?"

Es una pregunta común que no lleva a nada realmente, porque la respuesta es más que obvia. Todos los que se anotan para estudiar una carrera lo hacen para continuar los negocios de la familia y dejar conformes a sus padres. Tal es la obligación de cualquier joven de alcurnia en esta época. Pero desde que lo conoció, Pablo ha detectado ciertas cosas que le hacen pensar que el joven Messi es distinto a los demás. Mucho más simple y obviamente menos pretencioso y arrogante que sus compañeros, además de ser un excelente jugador de fútbol. Sentados en el bar frente a la facultad, los muchachos charlan con un vaso de tinto.

"No me queda mucho más que ser Contador, la verdad. Pero yo quiero jugar a la pelota. O sea, de verdad." Messi frunce los labios y resopla, jugando con un papel doblado de la mesa. "Uno de veras."

"¿Y no lo hablaste con tu padre?" pregunta el cordobés.

"Ni se lo mencioné. Ya sé que me va a sacar carpiendo," agrega el chico.

Los ejes de los engranajes en el cerebro de Aimar comienzan a moverse. Si algo le ha enseñado el Consejo Estudiantil, es que para todo hay solución. Tan solo hay que buscar el agujero legal y la oportunidad para lograrlo. Pablo saca su cuaderno y un lápiz. Empieza a garabatear números, palabras e ideas mientras su compañero de mesa lo mira confundido.

"¿Qué estás haciendo?"

"Un plan. Para darte alas." Una pausa. "Como se las dieron a mi hermano mayor en su momento, y después a mí."

...

La idea de Pablo termina concretándose un sábado a las nueve de la mañana en la cancha de River. Por pedido expreso, el club le cedió en alquiler el estadio al Consejo Estudiantil (sumado a reiteradas cartas por parte de los padres de los alumnos) para un fin de semana entero dedicado a un mini campeonato de fútbol amateur entre equipos de la Facultad de Ciencias Económicas. El fin, para los de afuera, es el de hermanar a los alumnos en una actividad deportiva y saludable al aire libre. El objetivo real radica en que los padres de Lionel Messi y algunos invitados especiales, puedan descubrir la destreza del pequeño Diez en el Equipo Rojo de los cuatro (cada uno con un color primario distintivo) que se formaron.

En un tablón colocado al costado de la cancha, sentados junto a la única platea habilitada para familiares y amigos, el Consejo Estudiantil registra los votos de los concurrentes para el trofeo al mejor jugador, más allá del campeón. Pablo trabaja con más energía que nunca recibiendo los papelitos y anotando todo al detalle, mientras Lionel lo observa con orgullo. Así como Diego le enseñó a vivir desafiando los mandatos familiares, él a su vez le hizo un regalo mucho más valioso a su propio hermano menor: la capacidad de confiar en otros.

La ceremonia oficial aún no se ha realizado, pero el rumor que Messi se convertirá en el próximo feuille Myrtaceae, se ha esparcido por todo el alumnado.

Cuando Pablo comenzó a referirse al jovencito de manera reiterada en las reuniones, los demás inmediatamente se alegraron por Lionel. Todos presuponen que la partida del mayor representará un golpe fuerte para Aimar y tener una responsabilidad de guiar a alguien más, podrá ayudarlo a seguir. Scaloni detiene su mirada en los cansados ojos de su pareja, exhausto luego de varias semanas de arduo trabajo preparando el evento junto a los demás.

El Equipo Rojo compite contra el Verde el día sábado, y la final se realiza el domingo. Pablo se aseguró que la familia Messi esté toda presente para poder ver las destrezas del chico en la cancha, y tan solo bastan un par de minutos para que los ojos del público se regocijen. Lionel Messi escapa como un mago entre sus oponentes sin perder el control de la pelota jamás. Los lujos que tira en sus pases con Agüero, su destreza y velocidad asombran a todos por igual. Se destaca por sobre todos los demás sin tener que hacer demasiado esfuerzo, realmente. Desde su lugar en la tribuna, Don Jorge Messi observa todo de brazos cruzados, como si estuviese analizando algo en su mente que nadie puede realmente dilucidar.

La Eternidad (Scaloni x Aimar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora