Capítulo 8

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Au rose, églantier qui t'embête
Aimablement:
Riant surtout, ô folle tête,
À ton amant!...

Dentro de las propuestas del rectorado este año, el Consejo Estudiantil tuvo como una de sus acciones, la de crear un evento que acercase al alumnado de otras universidades. Como actividad recreativa entre instituciones de enseñanza superior, el Consejo entonces organizó un pequeño torneo de ajedrez que se comenzó a disputar hace dos meses contra la Universidad de Buenos Aires. La victoria aplastante fue del Esteban Echeverría, y ahora les toca disputar otro encuentro contra las señoritas de la Escuela Normal de Maestras N.º 7.

Los preparativos involucraron a todo el cuerpo del Consejo, por lo tanto, Pablo no volvió a cruzarse tan seguido con Lionel como antes.

Desde aquella noche en la Boca, no volvieron a dirigirse la palabra.

Pablo estaba terriblemente avergonzado por haber sido el centro del conflicto de una salida que se suponía era para relajarse. Pero más allá de convertirse en el epicentro de la discordia entre dos hombres, lo que más lo tortura es el hecho de que Scaloni lo vio en ese estado con otro hombre. Tan solo por dejarse arrastrar por el deseo irrefrenable de sentir la música con un cuerpo ajeno, más aun siendo este partícipe del juego de seducción al que Pablo arengaba con sus caricias. Si vamos a la verdad, al joven no le interesaba el otro en lo más mínimo.

Quería que Lionel ocupase su lugar.

Situación que se dio, pero de una manera brusca y cargada de violencia. No recuerda aún bien. Se memoria es borrosa, pero está casi seguro de que cuando sus rostros se enfrentaron luego de que el compadrito abandonara la escena, Lionel se estaba inclinando hacia él. Si no hubiese sido por la distracción de la pelea de dos guapos y la irrupción de la policía, tal vez el final de aquella noche sería distinto. Y quizá hoy no se sentiría tan sucio.

"¿Pablo?"

La voz de Diego Placente Anchorena capta su atención mientras espera para ingresar a la próxima clase, aún con alumnos en su interior. La cabeza del Genus Myrtaceae se aproxima con su típica expresión de calma. "Estamos complicados con los colaboradores para el Torneo de Ajedrez ¿te puedo molestar otra vez para que nos ayudes?"

Aimar intenta disimular su fastidio. No por el pedido en sí, si no por la descarada manera en la que Placente intenta empujarlo hacia su hermano menor. "Espero no te ofendas pero ¿por qué tengo que ser yo?"

"¡Ah, por muchas razones!" El joven de rubios cabellos levanta una mano y comienza a enumerar con sus dedos. "Primero, sos un churrazo y las chicas de la Escuela Normal vienen para ver cosas lindas," Pablo hace una mueca de desagrado ante sus palabras, pero se relaja. "Segundo, es más fácil tratar con alguien que ya sabe como es el funcionamiento del Consejo Estudiantil antes que pedirle a alguien totalmente ajeno a nuestras actividades y encima, tener que enseñarle todo de cero. Tercero," pausa, sosteniendo su dedo medio con los de la otra mano, pensativo. "Bueno, porque yo lo digo."

"Muy convincente," acota Aimar.

"¿Ves? Listo. Te espero en el Palacio de los Árboles cuando termines la clase ¡Gracias!" concluye el mayor, girando y saludando con un leve ademán al jovencito, sin esperar respuesta.

Pablo alza la mano para declinar la oferta, pero apenas abre la boca, Diego ya está perdiéndose entre los negros uniformes de los universitarios. Comienza a entender cómo es que Placente pudo convencer a Scaloni de dejar todas sus actividades, siendo el poseedor de una personalidad tan avasallante y determinada como la suya ¿Será posible que su predecesor haya tenido similares características? Puntos de unión, como los miembros del Genus Martínez poseen, de una forma u otra. Tal vez el anterior Racine Myrtaceae era también alguien con una fuerte determinación a la hora de la toma de decisiones. Su mente se dirige a Scaloni y sus características. Es verdad, cuando lo tomó del brazo y lo arrastró frente a los demás miembros del Consejo, y cuando le dijo aquellas palabras junto a la estatua de Rimbaud, mostró sus verdaderos colores. Tal vez la determinación es algo que corre por la sangre de la familia Myrtaceae.

La Eternidad (Scaloni x Aimar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora